MÁS PGOU

Marbella entre líneas
Ya tenemos aprobado el avance del Plan General de Ordenación Urbana. Normal; a ver quién tenía arrestos suficientes para votar en contra. En la época de lo políticamente correcto el plan se ha convertido en la mayor de las correcciones. Cada uno lo mira de una forma distinta y lo vende como buenamente puede. El PP como síntoma de lealtad institucional, así si luego le echan abajo sus alegaciones podrá quejarse y exigir el mismo trato, aunque la petición será demagógica. El PSOE lo vende como cumplimiento de compromisos por parte del resto de administraciones, cuando más que compromisos son obligaciones regladas por ley. A Izquierda Unida no le gusta nada legalizar de un plumazo no se cuantas viviendas, pero como se ha dicho antes, cualquiera vota en contra y se expone a que le echen a la gente encima, esa gente que en su mayoría no sabe ni qué es un plan general.

Hay cosas que no entiendo, como por ejemplo de dónde sale tanta incertidumbre que dicen que hay. Tenemos un plan vigente y si alguien quiere construir, que lo mire y vea si puede, ¿dónde está la incertidumbre? Por otro lado tantas ganas de aprobación hay, que da la sensación de que el único objetivo es reanudar la fiebre constructora para incrementar los gastos y no se yo si eso será del todo adecuado. Son todas reflexiones de un profano más, uno de esos que de urbanismo sabe poco, pero vive mediatizado y considera esto mucho más importante que casi cualquier otra cosa en el mundo.