La cobarde persecución de inmigrantes Africanos

La cobarde persecución de inmigrantes Africanos, quienes para subsistir deben trabajar en el pequeño comercio, son ahora el punto de mira de la administración pública liderada por el Partido Popular. No son los mafiosos, traficantes y corruptos los que deben ser combatidos y perseguidos, son los inmigrantes de Senegal, habitantes de esta ciudad que carecen de abogados y dinero para defenderse. Nada mas facil sebarse con ellos y distraer a la opinión pública de los verdaderos enemigos de la sociedad. Pero además hay que agregar, que los Senegaleses desde hace muchos años han estado presentes legalmente en el mercadillo de Marbella y han sido poco a poco desplazados de sus casetas y colocados en los peores lugares. Ahí no existe respeto, ni legalidad alguna de parte de la misma administración municipal. La tan publicitada consigna de "tolerancia cero" de Dña. Quica no apunta hacia los verdaderos delincuentes que asolan Marbella, sino a la población mas vulnerable. Qué pretende con ello Sra. Caracuel ?.
A propósito del asunto que nos ocupa, Andres Cuevas escribió una palabras de lo que siente ante estos hechos y lo ha enviado a nuestra redacción para denunciarlo ante la ciudadanía.

LOS NUEVOS PARIAS

Por: Andrés Cuevas González
“Mira como vienen esa pobre gente, mira como tiemblan, mira como andan, mira como miran, mira como beben… ¿De verdad creéis vosotros, los que rodeáis a vuestro presidente, con buenos chalets, buenos coches, buenas vacaciones y camas calientes que estos desertores del hambre y la miseria son los delincuentes?”. Se trata de de un poema de mi buen amigo Scotta, que además de escribir esa poesía necesaria para que de vez en cuando se nos revuelvan las tripas, es un combatiente por los derechos humanos, por la igualdad entre los seres humanos, es un combatiente de la solidaridad, palabra usada con exceso caritativo pero que al final y en muchísimos de los casos se convierte tan solo en una expresión retórica. Y. ¿a que viene todo esto? Se preguntara más de una o un lector de Marbella Información. Pues va de que sentí indignación al contemplar como en el pueblo donde he nacido, que es Marbella, con todos los medios como testigos, se procedía a “compactar” artículos decomisados a esas personas de color y que ya forman parte de nuestro paisaje urbano con sus ventas de productos que llaman falsificados, que gracia, porque cuando se venden en otros lugares con cristaleras, se le llaman imitaciones, o a esos CD con carátulas “scaneadas” con música bajadas de “internet”, que es lo que solemos hacer, al menos ya lo hago. Me indigno lo dicho, me indignaron las formas y el lugar que se escogió para tal espectáculo, nada mas ni nada menos que las Avenidas de Puerto Banus, lugar que todos, nativos, visitantes y en general tienen como símbolo de la opulencia, de la riqueza. La imagen era la destrucción de la pobreza en el terreno de la riqueza. Siempre igual, nos empeñamos en ocultar la pobreza, la supervivencia, para que no dañe a la imagen de esa sociedad de la ostentación, de la riqueza, , pero por mucho compactador que se utilice, aquí o en “Sebastopol”, como se suele decir, la pobreza, la supervivencia en sus diferentes expresiones sigue existiendo y con “compactaciones” no se soluciona el problema, Así que no me extrañaría que alguien pudiera estar pensando que soy un defensor de las ilegalidades y por ende de aquellos que las cometen. Pues quien así piense se equivoca. Lo que sucede es que para evitar estas ilegalidades que conllevan la explotación de seres humanos, el mejor método no es perseguir a los explotados, sino a los explotadores que al fin y al cabo son los que se van de “rositas” Es cierto que el buen trabajo de las fuerzas policiales asienta golpes importantes a estas mafias que a veces incluso son consentidas,. Bastaría tan solo darnos una vuelta por tantos y tantos polígonos industriales de nuestra geografía y ver cientos y cientos de almacenes de productos de imitación! ah s¡, pero como pagan sus impuestos y además sus vendedores no “dañan” nuestra vista, se es tolerante, es un negocio mas. ¿Se imagina alguien que en Marbella se hubieran detenido a todos aquellos albañiles, fontaneros, pintores, etc. Que estaban trabajando en obras ilegales?, o, ¿ pasado por las fauces del triturador los cientos de miles de ladrillos ilegales que se han puesto en este pueblo? Pues claro que no es posible, porque ni el albañil, ni el fontanero, ni el pintor y demás son delincuentes por trabajar en obras ilegales, y digo yo, ¿Por qué no se aplica este mismo rasero con los inmigrantes o no inmigrantes, que también los hay y sus únicos delitos son la supervivencia y a veces forzada?. Pues porque somos algo hipócritas. En fin, este es el destino de los nuevos parias del siglo XXI., que utilizaremos en nuestro beneficio y según nos convenga. Pues vale.