Una flota de cien cápsulas empezaría a operar como servicio público para
 2017, funcionando como taxis “no tripulados” por la ciudadhttp://www.animalpolitico.com/2014/10/cinco-tecnologias-que-podrian-acabar-con-el-trafico/
Cinco tecnologías que podrían acabar con el tráfico
  Prepárese para un futuro no tan lejano de cápsulas y automóviles 
sin conductor, semáforos inteligentes, sensores, aplicaciones y robots 
mega inteligentes que nos acercarán a una ciudad libre de tráfico.
  
  
 
¿Cómo lidiar con el tráfico en las ciudades? La congestión es uno de los grandes problemas urbanos de nuestro tiempo.
Aquí les presentamos cinco tecnologías que ya se están explorando para aliviar esta situación universal.
Prepárese para un futuro no tan lejano de cápsulas y automóviles sin 
conductor, semáforos inteligentes, sensores, aplicaciones y robots mega 
inteligentes que nos acercarán a esa quimera de una ciudad libre de 
tráfico.
Eso, mientras no aparezcan los drones…
Transporte en cápsulas autónomas
“No tendrás que aparcar tu propio auto y podrás sentarte relajado mientras lees el periódico o contestas 
emails mientras
 la cápsula conduce”, augura el consultor urbanista John Miles, de la 
firma Arup, que trabaja en un proyecto en Milton Keynes, Inglaterra, en 
cuyas calles se probarán a lo largo de 2015 tres vehículos eléctricos 
sin conductor.
Si el proyecto es exitoso, una flota de cien cápsulas empezaría a 
operar como servicio público para 2017, funcionando como taxis “no 
tripulados” por la ciudad.
Según Miles estas cápsulas “transformarán totalmente el transporte y 
el tráfico en nuestras ciudades. Antes nuestras ciudades estaban 
dominadas por los coches pero ahora tenemos la oportunidad de hacer 
exactamente lo contrario: confeccionar el transporte a la medida para 
que encaje con nuestras hermosas ciudades”.
El consultor imagina que en 20 o 30 años estas cápsulas autónomas de 
transporte urbano convivirán con los carros convencionales, que serán 
utilizados más bien para viajes más largos.
Estas cápsulas serán más pequeñas que los autos actuales, vendrán 
optimizadas para hacer viajes más eficaces y para poder conducir muy 
próximas las unas a las otras, de manera que se podrá aprovechar mucho 
más la capacidad de espacio en las calles.
“No puedes confiar en un conductor humano que maneje a un metro de 
otro carro pero sí puedes confiar en un vehículo sin conductor”, dijo.
Semáforos inteligentes y sensores en las calles
Algunas ciudades están empezando a probar semáforos inteligentes que 
pueden decidir cuándo dejar que fluya el tráfico y cuándo detenerlo.
Otras están utilizando sensores adheridos a las calles y carreteras 
que pueden comunicarse con los sistemas de gestión del tráfico y sugerir
 rutas alternativas cuando hay accidentes u obras de construcción.
Pero según el consultor John Miles esta tecnología servirá para 
aliviar el tráfico sólo por un tiempo, ya que a largo plazo los carros 
que se van a desarrollar serán mucho más inteligentes que la 
infraestructura en uso.
Autos inteligentes y sin conductor
“En el futuro no necesitaremos semáforos en absoluto. El carro lo 
sabrá todo sobre los carros de alrededor”, augura el consultor John 
Miles.
La revolución de los autos sin conductor ya está en progreso.
Google espera poder desplegar sus vehículos “no tripulados” por 
calles y carreteras para 2017. Y los fabricantes de coches, desde Volvo a
 Tesla, han prometido sus propias versiones de carros autónomos para esa
 misma época.
Los automóviles de última generación ya tienen más en común con las computadoras que con las viejas estructuras de metal.
La funcionalidad de 
cruise control,
 o velocidad de crucero, con la que se controla de forma automática la 
velocidad del automóvil, ya es estándar, y según el consultor John Miles
 pronto habrá un paso natural hacia el momento en que el coche te 
pregunte “¿quieres que tome yo el relevo?”.
Pero Miles cree que ese cambio será lento y sutil.
“Seguiremos fingiendo que es el conductor quien está a cargo hasta 
que sea evidente que lo que queremos es que conduzca él solo”, dijo.
El cambio legislativo necesario para permitir la circulación de este 
tipo de vehículos ya se está produciendo, de una manera mucho más rápida
 de lo que muchos creían posible.
En Estados Unidos varios estados ya aprobaron leyes que permiten su 
circulación, Suecia aprobó regulaciones parecidads para Volvo y en Reino
 Unido también se están flexibilizando las normas para permitir su 
funcionamiento.
Además de inteligentes, los carros del futuro serán eléctricos, o incluso funcionarán con energía solar.
Apps para aparcar
En Reino Unido se estima que hasta un 10% de la congestión de tráfico
 urbano se debe a los conductores que están dando vueltas buscando dónde
 estacionarse.
Ya hay varias aplicaciones para celulares destinadas a controlar o 
ayudar a los usuarios a sacar provecho de los estacionamientos.
En San Francisco, Estados Unidos, muchos usuarios estaban satisfechos
 con la aplicación MonkeyParking. Esta app te permite identificar y 
reservar por unos minutos un sitio donde estacionarte que está siendo 
utilizado por otro usuario de la misma aplicación a punto de marcharse.
El usuario estacionado te espera por unos minutos a cambio de una pequeña suma de dinero.
Pero la alcaldía de la ciudad prohibió este verano el uso de esta 
aplicación argumentando que esta tecnología crea “un mercado privado 
depredador en los espacios de estacionamiento público”.
Aún así, es probable que en el futuro se exploren a fondo este tipo de propuestas, por iniciativa pública o privada.
Otros equipos programadores están estudiando colocar sensores en los 
espacios de estacionamiento con miras a crear aplicaciones similares o 
para ofrecer precios por hora variables dependiendo de la demanda.
Computadoras de interpretación de datos
Gran parte del trabajo del 
Transport Systems Catapult,
 un grupo de investigación para buscar maneras innovadoras de solucionar
 los problemas de transporte, creado por el gobierno británico, gira en 
torno al análisis de datos.
El grupo cuenta con una impresionante sala de control a la que llega 
una cantidad masiva de información sobre el tráfico en el país, e 
incluye datos tan variados como movimientos de barcos, cifras sobre 
peatones en Londres e información en vivo desde los aeropuertos.
El grupo puede alimentar toda esta información en asombrosas 
presentaciones visuales, pero el objetivo es lograr que alguien pueda 
utilizar todos esos datos para crear nuevas aplicaciones y servicios 
para los ciudadanos.
Otro de sus proyectos es tratar de demostrar la relación causa-efecto del flujo de tráfico.
Por ejemplo, sobre una pantalla táctil en la que se proyecta el flujo
 de tránsito en la ciudad de Manchester, los investigadores pueden 
manipular la corriente de tráfico con sólo incluir remotamente un afiche
 que dice “obras” o “evento público”, y después observar el efecto 
inmediato que tiene sobre el tráfico.
El grupo también está experimentando con la tecnología para “hacer un
 mapa de sentimientos”, mediante la recolección de tuits y otras 
interacciones en redes sociales relacionadas con ocho principales líneas
 de ferrocarril que le dan servicio a Londres.
La información recolectada tiñe de un color particular esa línea para
 representar el “estado de humor” general. Con esa información las 
autoridades de transporte pueden supervisar a diario la satisfacción 
general de los usuarios de una ruta particular.
El objetivo de estos centros es generar una “mobilidad inteligente”, 
en la que el transporte está interconectado y las nuevas tecnologías 
permiten una experiencia de viaje sin interrupciones, donde los retrasos
 y los embotellamientos son algo del pasado.