Si tuviéramos que separar los errores más usuales podríamos hacerlo
en dos tandas, por un lado árabe y musulmán y por el otro islámico e
islamista. Vamos de fácil a difícil.
Árabe
Una persona árabe es alguien nacido en un país de habla árabe,
independientemente de su religión, de su afiliación política, del color
de su piel y de si come o no cerdo. Los países árabes son 22:
Si os sirve de consuelo, yo los estudié en la uni y a veces me cuesta recordar donde están algunos.
Árabe, entonces, hace referencia a los habitantes de los países que
hablan este idioma, del mismo modo que lo puede hacer para un español la
palabra «hispanohablante» (aunque de hecho existe la palabra
«arabófono» por jardines por los que pasaré después). Irán, Pakistán,
Turquía, Azerbaiyán, Turkmenistán y otros países, no son países árabes y
por tanto sus habitantes tampoco lo son, allí no se habla árabe, se
hablan otros idiomas, varios idiomas. A pesar de todo, debo avisaros de
que esta es una explicación bastante simplista dado que en esos llamados
«países árabes» existen también otras lenguas y otras culturas:
bereberes y
kurdos,
por ejemplo, son residentes en países árabes pero no hablan árabe (de
ahí el jardín de los «arabófonos»). Otro día me meto en por qué esto es
así y cómo se trazaron las fronteras en los países árabes (y en parte
del resto del mundo). Si queréis exprimir aun más el significado de
árabe,
aquí lo desglosan en gentilicio, idioma y genérico.
Musulmán
Aquí es donde empieza el lío para los hispanohablantes. Musulmán es
una persona que cree en «la religión de Mahoma» como dice la
RAE,
del mismo modo que un budista cree en el budismo y que un cristiano
cree en el cristianismo. Y digo cristianismo y no catolicismo, porque al
igual que el mismo, el islam tiene ramas, unas más conocidas que otras y
cada una tiene sus diferentes creencias y sus opiniones sobre el resto.
Esto quiere decir, que los musulmanes pueden ser suníes o chiíes (que
no «sunitas» o «chiítas», y ya os digo que esta última está aceptada por
la RAE pero es un calco del francés), dos de las ramas principales de
la religión musulmana, o de otras. Si tenéis curiosidad sobre las ramas
(que no son pocas) podéis ir a la
Wikipedia y
consultar. Siguiendo con la comparación de cosas que un español de a
pie pueda entender, dentro del islam están los suníes, los chiíes y
otros, y dentro del cristianismo están los católicos, los protestantes y
otros. Aquí tenéis un mapa con los países musulmanes:
(Aviso: esta imagen no es mía, está sacada de
aquí)
¿Se puede ser árabe sin ser musulmán?
Sí.
De hecho no es tan poco común como pensamos. Si habéis seguido algo la
información sobre la Primavera árabe, posiblemente hayáis oído que
Egipto tiene una minoría copta (que es una rama del cristianismo) y que
hayáis visto esta imagen de la derecha, de cristianos haciendo una
cadena humana para proteger a los musulmanes mientras rezaban que se ha
hecho bastante famosa porque Egipto es uno de esos países famosos por
sus
pirámides problemas religiosos. Si queréis saber más sobre la situación actual en Egipto, os dejo un
magnífico video de 7 minutos que os lo explica, de la Primavera árabe hasta hoy. Pero Egipto no es el único país con árabes de otras religiones.
En el caso del Líbano (el 4 del mapa de arriba del todo, chiquitito,
al lado de Siria), no sé de qué fuentes fiarme así que me tendréis que
perdonar la inexactitud, hay aproximadamente un 50% de musulmanes y un
50% de cristianos. Si queréis ver por qué no me fío de las cifras podéis
volver a la
Wikipedia
y ver qué fuentes tienen y cómo los datos varían. Además de estos dos
países, necesito nombrar Palestina, que fue uno de los países que a mí
más me chocó cuando lo visité (no solo) en término religiosos. Palestina
es un país que si estáis un poco enterados, tiene una situación muy
particular en la que no me voy a meter ahora porque eso da para otra(s
200) entrada(s). Muchos son musulmanes, hay una minoría cristiana, pero
lo que más me sorprendió allí es que encontré bastantes ateos marxistas y
comunistas, algunos de ellos con colgantes y camisetas del Che Guevara.
Puede que esto fuera solo la gente con la que yo me encontré, pero me
sorprendería.
Resumen 1: árabes y musulmanes
Se puede ser árabe y musulmán.
Se puede ser árabe y no musulmán (como el copto egipcio de la foto de arriba o mis palestinos comunistas).
Se puede ser musulmán sin ser árabe (como muchos de los habitantes de países como Irán o Pakistán).
Y se puede vivir en un país árabe o musulmán sin ser ni árabe, ni musulmán.
Islámico e islamista
Aquí es cuando yo empiezo a enfadarme con los medios de comunicación y
donde, por ser palabras con la misma raíz se crea el mayor follón. No
os voy a buscar artículos en que esté mal utilizado porque no terminaría
nunca. Aquí se mezclan por un lado la religión y por el otro la
política, una mezcla a veces explosiva.
Perdón, era demasiado fácil…
Por suerte la Fundeu en este sentido ha sido magnífica (lingüísticamente hablando) y por tanto os resumo lo que dice en
este artículo y
luego ya hago una apreciación: básicamente islámico es algo relacionado
con la religión islámica, como la arquitectura islámica de la Alhambra y
la mezquita de Córdoba, por ejemplo. Islamista se refiere a los
movimientos islámicos radicales.
Ahora añado: en realidad el problema aquí es que en el mundo
occidental no existe nada parecido al islam político, y no porque no
tengamos partidos políticos cristianos radicales, que los tenemos…
precisamente el problema es ese, que se utilizó el término
«fundamentalismo islámico» equiparándolo al «fundamentalismo cristiano» y
no son exactamente lo mismo. Podéis ver más información
aquí y
aquí.
Dicho esto, aclaro que en el islam político hay ramas más moderadas y
democráticas y otras que lo son menos, y ya he dicho al menos
dos veces
este mes
que al final al que más se oye es al trol, al que más ruido hace, y
está claro que los partidos políticos islámicos a los que más se oye
desde fuera es a los violentos, ¿no? Es lo que tienen las explosiones,
que hacen mucho ruido.
¡Vale! ¡Ya dejo las bromas estúpidas!
Resumen 2: islámico e islamista
Islámico: religión
Islamista: político radical. El movimiento islamista (político radical) es un movimiento islámico (religioso también).
Rizando el rizo, resumen 3:
Se puede ser árabe, musulmán, formar parte de un partido político islámico y ser un islamista (y aun así no ser un terrorista).
Se puede ser musulmán, formar parte de un partido político islámico y ser un islamista (y aun así no ser un terrorista).
Se puede ser integrista sin ser islámico (el integrismo) ni musulmán (el integrista).
Se puede ser árabe, musulmán, formar parte de un partido político islámico y no ser islamista.
Se puede ser árabe e integrista sin ser musulmán.
Se puede ser integrista sin ser musulmán ni árabe.
¿Veis por dónde voy? El problema es que al usarlo mal, y tratar todos
los términos como si fueran equivalentes, al final lo que conseguimos
es confundir aun más las cosas, por si los ánimos con los temas de
racismo y terrorismo no estuvieran ya a flor de piel. Planteaos que no
es lo mismo decir que eres masculino, que decir que eres un macho o que
eres machista, o que yo fuera a presentarme y dijera que soy una hembra,
una mujer o feminista, son cosas muy diferentes. Confundir y utilizar
estos términos de manera errónea facilita que en el imaginario colectivo
la bola ruede, y que, si yo no diferencio al redactar, al final todo
musulmán sea islamista. Y quien dice islamista, dice terrorista
internacional, que tampoco es lo mismo (a pesar de mis chistes sin
gracia y de mal gusto).
Me voy a embarrar aun más: Recuerdo un tiempo (momento abuela
cebolleta) en que los vascos se quejaban (con razón) de que la manera en
que se hablaba del terrorismo en la prensa hacía que todo vasco
pareciera un terrorista. No sé si sigue siendo el sentir colectivo
porque hace tiempo que no oigo la queja, pero pensad que equiparando
aquí no estamos hablando de llamar a todos los vascos terroristas (que
es erróneo como concepto y está mal) sino a toda Europa y parte de
América (como continente, no como país mal traducido). Por eso es
importante saber la diferencia.