Investigadores de Machine Perception Lab de la Universidad de
California (UCSD) están creando, junto a la compañía japonesa Kokoro, un bebé
robótico con el fin de estudiar el desarrollo cognitivo de los niños.
Diego-san, un androide con rasgos similares a los de un niño
de un año, ha sido calificado por muchos medios como el bebé robótico más real jamás visto.
Resulta llamativo por diversas razones, entre ellas por su
altura y peso (1,30 metros y 30 kilos) que claramente no corresponden a los de
un niño de esa edad y que, según los fabricantes, se debe al elevado coste de
la miniaturización de las partes.
El bebé robótico está compuesto por 44 uniones neumáticas
que permiten imitar movimientos humanos casi a la perfección. Tan solo la
cabeza cuenta con 27 partes móviles que hacen que el rostro del pequeño sea más
expresivo de lo que lo es generalmente un bebé de un año de edad.
Según Javier Movellan, director del Machine Perception Lab,
el robot fue creado para "tratar de entender el desarrollo de la
inteligencia sensorio-motriz desde un punto de vista computacional".
En el ambicioso proyecto han colaborado investigadores de
distintas áreas, incluido el de la neurociencia, robótica, psicología y
computación.
Diego-san todavía se encuentra en proceso de desarrollo por
lo que las expresiones humanas del bebé robótico podrían
continuar sorprendiendo a más de uno en futuros vídeos.
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