CRISIS BURSATIL : EL FENOMENO SE COMBINO CON MALAS PERSPECTIVAS DE LA ECONOMIA DE EE.UU.
Las acciones en Shanghai cayeron 8,8%. Fue como consecuencia de medidas oficiales para frenar la especulación. Hubo un efecto dominó en el mundo. Wall Street registró la peor caída desde el 11-S.
BEIJING Y NUEVA YORK. AP, AFP, EFE Y DPA
Una baja de casi 9% en el valor de las acciones de la Bolsa de Shanghai sacudió ayer a los mercados mundiales del Pacífico al Atlántico, en un efecto dominó que cruzó todos los continentes.
Fue la peor jornada en 10 años para la Bolsa china y varias las razones para esta crisis: mayores controles para frenar una burbuja bursátil en el gigante asiático que generaron una venta compulsiva de papeles, de ahí la fuerte caída; un discurso del ex titular de la Reserva Federal de EE.UU., el influyente Alan Greenspan, quien auguró una posible recesión en su país para este año; y, como condimento político, aunque de menor peso, un fallido atentado suicida en Afganistán contra el vice de EE.UU. Dick Cheney.
La caída de Shanghai replicó en todas partes. En Wall Street, la Bolsa neoyorquina tuvo la peor performance en puntos desde el fatídico setiembre de 2001 (en la reapertura tras el atentado al World Trade Center) y la peor en porcentaje (3,3 por ciento) desde 2003. Varios operadores manifestaron temores sobre la salud de la primera economía mundial al conocerse cifras menores a las esperadas en cuanto a órdenes de fabricación de bienes durables, otro elemento que explicó las caídas. El valor del dólar también cayó frente a otras monedas.
En Europa, las Bolsas de Londres, Francfort, París y otras tuvieron pérdidas del 2 y 3%. En Madrid, el panel para empresas latinoamericanas observó una baja del 5%. Fue más leve la repercusión en Bolsas de Asia. Y más fuerte en Latinoamérica: la Bolsa de Buenos Aires cayó 7,5% y la de San Pablo, 6,43%, su peor día desde setiembre de 2001.
En Shanghai, como en otras Bolsas, las operaciones se paran si el indicador general cae más de 10%. Eso se puso en práctica en 1996 pero nunca había sucedido un derrape como el de la víspera, mayor aun al del 18 de febrero de 1997, cuando bajó un 8,9% tras la muerte del líder comunista Deng Xiaoping, propulsor de las reformas de mercado. Más de 800 empresas terminaron ayer con un retroceso superior a ese límite de 10%: bancos, automotrices y acerías fueron los más afectados.
En el panel de Shanghai dominan largamente los grandes conglomerados estatales chinos: de bancos, infraestructura, minería, puertos, telecomunicaciones, siderúrgicos, aeropuertos, etc.
Gatilló la rueda negativa la decisión del gobierno de Beijing de subir los encajes bancarios, es decir, la parte de los fondos del sistema financiero que no pueden movilizarse. También se impusieron controles bancarios y se anunció que una comisión con la autoridad de control de la Bolsa, el Banco Central, el Ministerio de Comercio y la policía vigilará los movimientos bursátiles, para dar más transparencia y evitar la especulación. Y filtrará la procedencia de los fondos invertidos para detectar fraudes, luchar contra los delitos de uso de información privilegiada y reforzar la vigilancia del mercado. En 2006, el frenesí de operaciones infló el índice general 130% y el gobierno sospecha de dinero espurio.
"Actualmente hay una burbuja. Los inversores deben preocupar se sobre los riesgos", advirtió recientemente Cheng Siwei, vicepresidente de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento), inquieto por las amenazas que pesan sobre los ahorristas chinos.
Conocidas las medidas, ayer muchos inversores externos, pese a que siempre reclaman más "transparencia" al mercado chino, se retiraron en masa del mercado y provocaron la caída. Otros llamaban a la prudencia.
Los rumores de que "China piensa imponer una tasa a las ganancias de capital derivó en una caída de los mercados regionales", dijo S. Sharath, analista financiero de Malasia. Para otros expertos, las medidas apuntan a enfriar algo la notable expansión china de los últimos años.
Sin embargo, los temores de un verdadero crac bursátil son infundados, estimó Johanna Melka, analista del banco Ixis CIB. "Los contextos macro y microeconómico (chinos) son sólidos. El mercado de acciones en China se va a sanear y madurar cada vez más bajo el impulso de la presencia creciente de inversores institucionales, una reducción de la liquidez, un aumento del capital bursátil y, por lo tanto, una mejor representación de la economía en los mercados", estimó en un estudio reciente.
Pero el hundimiento bursátil de ayer refleja no sólo las tensiones de la economía china sino también los temores de una recesión en EE.UU. y las tensiones políticas en torno a Irán y Afganistán, dos escenarios que no tienen solución a la vista.
más informacion: http://www.clarin.com/diario/2007/02/28/elmundo/i-01910.htm
Escribe el resto de la entrada aquí (Ya completo...)
Las acciones en Shanghai cayeron 8,8%. Fue como consecuencia de medidas oficiales para frenar la especulación. Hubo un efecto dominó en el mundo. Wall Street registró la peor caída desde el 11-S.
BEIJING Y NUEVA YORK. AP, AFP, EFE Y DPA
Una baja de casi 9% en el valor de las acciones de la Bolsa de Shanghai sacudió ayer a los mercados mundiales del Pacífico al Atlántico, en un efecto dominó que cruzó todos los continentes.
Fue la peor jornada en 10 años para la Bolsa china y varias las razones para esta crisis: mayores controles para frenar una burbuja bursátil en el gigante asiático que generaron una venta compulsiva de papeles, de ahí la fuerte caída; un discurso del ex titular de la Reserva Federal de EE.UU., el influyente Alan Greenspan, quien auguró una posible recesión en su país para este año; y, como condimento político, aunque de menor peso, un fallido atentado suicida en Afganistán contra el vice de EE.UU. Dick Cheney.
La caída de Shanghai replicó en todas partes. En Wall Street, la Bolsa neoyorquina tuvo la peor performance en puntos desde el fatídico setiembre de 2001 (en la reapertura tras el atentado al World Trade Center) y la peor en porcentaje (3,3 por ciento) desde 2003. Varios operadores manifestaron temores sobre la salud de la primera economía mundial al conocerse cifras menores a las esperadas en cuanto a órdenes de fabricación de bienes durables, otro elemento que explicó las caídas. El valor del dólar también cayó frente a otras monedas.
En Europa, las Bolsas de Londres, Francfort, París y otras tuvieron pérdidas del 2 y 3%. En Madrid, el panel para empresas latinoamericanas observó una baja del 5%. Fue más leve la repercusión en Bolsas de Asia. Y más fuerte en Latinoamérica: la Bolsa de Buenos Aires cayó 7,5% y la de San Pablo, 6,43%, su peor día desde setiembre de 2001.
En Shanghai, como en otras Bolsas, las operaciones se paran si el indicador general cae más de 10%. Eso se puso en práctica en 1996 pero nunca había sucedido un derrape como el de la víspera, mayor aun al del 18 de febrero de 1997, cuando bajó un 8,9% tras la muerte del líder comunista Deng Xiaoping, propulsor de las reformas de mercado. Más de 800 empresas terminaron ayer con un retroceso superior a ese límite de 10%: bancos, automotrices y acerías fueron los más afectados.
En el panel de Shanghai dominan largamente los grandes conglomerados estatales chinos: de bancos, infraestructura, minería, puertos, telecomunicaciones, siderúrgicos, aeropuertos, etc.
Gatilló la rueda negativa la decisión del gobierno de Beijing de subir los encajes bancarios, es decir, la parte de los fondos del sistema financiero que no pueden movilizarse. También se impusieron controles bancarios y se anunció que una comisión con la autoridad de control de la Bolsa, el Banco Central, el Ministerio de Comercio y la policía vigilará los movimientos bursátiles, para dar más transparencia y evitar la especulación. Y filtrará la procedencia de los fondos invertidos para detectar fraudes, luchar contra los delitos de uso de información privilegiada y reforzar la vigilancia del mercado. En 2006, el frenesí de operaciones infló el índice general 130% y el gobierno sospecha de dinero espurio.
"Actualmente hay una burbuja. Los inversores deben preocupar se sobre los riesgos", advirtió recientemente Cheng Siwei, vicepresidente de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento), inquieto por las amenazas que pesan sobre los ahorristas chinos.
Conocidas las medidas, ayer muchos inversores externos, pese a que siempre reclaman más "transparencia" al mercado chino, se retiraron en masa del mercado y provocaron la caída. Otros llamaban a la prudencia.
Los rumores de que "China piensa imponer una tasa a las ganancias de capital derivó en una caída de los mercados regionales", dijo S. Sharath, analista financiero de Malasia. Para otros expertos, las medidas apuntan a enfriar algo la notable expansión china de los últimos años.
Sin embargo, los temores de un verdadero crac bursátil son infundados, estimó Johanna Melka, analista del banco Ixis CIB. "Los contextos macro y microeconómico (chinos) son sólidos. El mercado de acciones en China se va a sanear y madurar cada vez más bajo el impulso de la presencia creciente de inversores institucionales, una reducción de la liquidez, un aumento del capital bursátil y, por lo tanto, una mejor representación de la economía en los mercados", estimó en un estudio reciente.
Pero el hundimiento bursátil de ayer refleja no sólo las tensiones de la economía china sino también los temores de una recesión en EE.UU. y las tensiones políticas en torno a Irán y Afganistán, dos escenarios que no tienen solución a la vista.
más informacion: http://www.clarin.com/diario/2007/02/28/elmundo/i-01910.htm
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