Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar
y el más firme defensor de la soberanía del Peñón, se libera de las
estrecheces de «su» roca disfrutando de una gran casa en Sotogrande. De
hecho, el político gibraltareño ha invertido cerca de 1,3 millones de
euros en nuestro país, contabilizando también el apartamento que
adquirió en los aledaños de Marbella, por lo que disfruta de las comodidades y servicios que le brinda la nación a la que ahora intenta hostigar.
Su residencia fuera de Gibraltar se ubica en la elitista
urbanización de Sotogrande (San Roque, Cádiz), la predilecta de los
potentados del Peñón, donde gozan de amplias mansiones imposibles de
construir en las reducidas y escarpadas dimensiones de la colonia
británica. Picardo y su esposa, Elaine Lima, compraron la casa en mayo
de 2006, cuando gobernaba en Gibraltar otro residente en Sotogrande,
Peter Caruana. Se trata de una vivienda de más de 250 metros cuadrados en una parcela de 1.600, según consta en el Registro de la Propiedad.
Para afrontar la compra, Picardo y su cónyuge –tienen separación de bienes– solicitaron una hipoteca al británico Barclays Bank de 824.000 euros.
Se presupone queque completatron la compra con sus ahorros, ya que el
valor de la propiedad superaba el millón de euros. La casa cuenta con
tres dormitorios, tres cuartos de baño, cocina, salón, patio, terraza y
trastero, además de piscina en un jardín de más de mil metros cuadrados.
Tres años después, el 23 de octubre de 2009, Picardo
decidió invertir de nuevo en el mismo país al que ahora está enfrentado y
a cuyos pescadores ataca lanzando bloques de hormigón a la bahía. El abogado «llanito» adquirió un apartamento en una elegante urbanización de Benahavís (Málaga), junto a Marbella.
El inmueble cuenta con 130 metros cuadrados de casa, diez de terraza y
treinta más de aparcamiento y está ubicado dentro del complejo «Gazules
del Sol», englobado en la urbanización Capanes Sur.
Se trata de un complejo de lujo, con cinco piscinas
exteriores y una más climatizada, sauna, jacuzzi y seguridad las 24
horas del día. El valor del apartemento rondaba los 400.000 euros. De
hecho, cuando Picardo lo adquirió, el inmueble contaba con una carga
hipotecaria de 360.000 euros que le concedió la Caja de Ahorros de
Valencia Castellón y Alicanter en abril de 2004. Noobstante, la crisis
inmobiliaria ha provocado que hoy se puedan adquirir apartamentos como
éste por algo menos de 300.000 euros.
Residencia fiscal
Picardo, como la inmensa mayoría de sus compatriotas, no
tributa en España, ya que no vive aquí más de 180 días al año. No
obstante, Hacienda
sospecha que no son pocos los gibraltareños que pasan más tiempo en
España que en el Peñón pero no lo notifican para no pagar impuestos.
De hecho, el Gobierno calcula que hay 6.700 gibraltareños
que en realidad viven en España, disfrutando de los campos de golf, de
los puertos deportivos y de las infraestructuras pagadas por el
contribuyente andaluz. Mantener la residencia fiscal en el Peñón y la
real en España es un negocio muy rentable. Como dice el patrón mayor de
la Cofradía de pescadores de La Línea de la Concepción, Leoncio
Fernández, «pasar a España a comerse nuestro pescado les encanta».
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