La reestructuración de las cajas por la crisis ha propiciado la salida de muchos ejecutivos que, se han ido con pensiones e indemnizaciones millonarias que han provocado sonados escándalos. El retiro dorado de varios ejecutivos de cajas ha levantado malestar, sobre todo cuando estos directivos han dejado las entidades con graves problemas que han tenido que ser solucionados con dinero público. En el caso de los exejecutivos de Caixa Galicia y CaixaNova las indemnizaciones ha acabado en manos de la Fiscalía Anticorrupción.
También provocaron mucha indignación los pagos a los exdirectivos de CAM, que tuvo que ser intervenida por el Banco de España para evitar su insolvencia, después de CCM y CajaSur.
Sin embargo, uno de los casos más sonados es el de José Ignacio Goirigolzarri, "Nacho el rico", que sucederá a Rodrigo Rato (otro "jubilado de oro" tras hundir Caja Madrid y, por ende, Bankia) como presidente de Bankia, tras salir de BBVA por el "pacto de una jubilación" a los 55 años con una pensión anual del 80% de su sueldo base, que ascendió a 4,28 millones de euros en 2008 (esto se traduce en una asignación de 53 millones de euros asumidos por el banco en concepto de jublación cuando cumpla 65 años). De una jubilación de oro a una vuelta a la "vida laboral" multimillonaria, con la paradoja de que podrá volver a jubilarse de oro en un futuro.
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