Estamos en un momento de la historia excesivamente agitado, complicado, vulnerable, donde bullen los conflictos de clase -élites extractivas frente a ciudadanía, acreedores versus deudores-, que se entremezclan con tensiones geopolíticas –Occidente frente a BRICs- en un mundo cada día más multipolar. Frente a la estrategia óptima de la cooperación, ciertas élites abogan por la táctica de confrontación y, si nadie lo evita, todo podría acabar como el rosario de la aurora. En este escenario Grecia juega un papel vital, de enorme importancia, que podría desencadenar un caos global.
La resolución del problema heleno guarda relación con el fracaso de las actuales políticas económicas de occidenteLa resolución del problema heleno guarda relación con el fracaso de las actuales políticas económicas de occidente, el crash inminente de los mercados financieros, la ulterior insolvencia bancaria, y qué respuesta darán entonces las autoridades políticas, económicas y monetarias. Pero a su vez Grecia puede alterar el cuadro geopolítico en Europa. Sectores amplios de las poblaciones de diversos países del sur de Europa, entre ellos Grecia y España, aceptaron la incorporación a la OTAN a cambio de un desarrollo económico, social y político. Pero si el proyecto europeo ya no lo garantiza, Grecia podría acercarse al bloque BRICS.
Por eso llama la atención la actuación de ciertos psicópatas alrededor de Grecia –resulta esperpéntico los análisis de ciertos tabloides alemanes-. No entienden aún la situación de emergencia social que vive Grecia. Las consecuencias de las políticas europeas en Grecia sencillamente han sido dramáticas, vergonzosas, humillantes. Recordarles solo un dato. Los hogares más pobres del país heleno han perdido casi el 86% de sus ingresos, y la presión fiscal sobre dichos hogares aumentó un 337%. Y Grecia evidentemente no cederá. Pero, ¿por qué las exigencias de la Troika?
Grecia, mercados, bancos y nueva recesión
Independientemente de lo que ocurra en el país heleno, los mercados financieros de riesgo, fuertemente sobrevalorados, colapsarán en el corto plazo. Para nosotros eso es un dato. Cuando eso ocurra, y aumente la aversión al riesgo de los inversores, los países altamente endeudados, la inmensa mayoría de los occidentales, tendrán serios problemas para refinanciar sus vencimientos y necesidades de emisión de nueva deuda. Y obviamente emergerá la insolvencia bancaria. ¿Cómo es posible que después de la ingente cantidad de miles de millones de euros el sistema bancario occidental es más vulnerable que en 2008? Simplemente lean esta excelente presentación de Anat Admati de hace unos días bajo el título What is wrong with banking and What to do about it.
En el caso de España se activaría un círculo vicioso que se iría retroalimentando: crisis de deuda-crisis bancaria-deflación por endeudamientoEn el caso de España, como saben ustedes, se activaría un círculo vicioso que se iría retroalimentando: crisis de deuda-crisis bancaria-deflación por endeudamiento. Y volveremos a estar exactamente igual que tras la caída de Lehman Brothers, pero con más deuda, más pobreza, y mucha más desigualdad. De ahí la inutilidad de las políticas implementadas por el actual ejecutivo. Su diagnóstico erróneo será nuestro problema futuro.
Por eso, la solución al problema griego es de vital importancia. Syriza y su equipo económico –Varoufakis, Tsakalotos, Lapavitsas…- son un soplo de aire fresco en el drama económico griego, prolongado y agotador, que implica costos humanos alarmantes en términos de desempleo, pobreza y pérdida de oportunidades. Respaldado por una considerable lógica económica y el deseo de hacer lo mejor, presionan simple y llanamente para obtener más realismo en las condiciones de política económica exigidas por los acreedores de Grecia. Como Yanis Varoufakis señala una y otra vez, “las reformas económicas griegas, por muy audaces que sean, no tendrán éxito a menos que las condiciones de austeridad presupuestaria se relajen y haya un mayor alivio de la deuda”. Tan fácil, tan sencillo.
Por eso es vital la resolución del drama griego. Dentro de pocos meses estaremos en una situación idéntica a 2008, pero con todos los desequilibrios exacerbados –deuda, pobreza, desigualdad-. Si Grecia consigue un alivio de la deuda sin condicionalidad, es decir, relajando la austeridad presupuestaria, aplicando su programa de emergencia social, cuando vengan mal dadas, el resto de países, entre ellos el nuestro, verán la luz al final del túnel. En caso contrario la oscuridad cegará nuestro futuro.
La ciudadanía debe tener los ojos bien abiertos, no vaya a ser que nos la quieran meter doblada por enésima vezInsolvencia bancaria y qué hacer
¿Qué harán los muñidores de la política económica? ¿Ofrecernos de nuevo la misma cicuta? ¿Volverán a rescatar con dinero de los contribuyentes a bancos privados? ¡Por favor, echen una ojeada a las cifras de Anat Admati! Los bancos sistémicos son más grandes y están más apalancados que en 2008. Se mofaron de la ciudadanía. Los políticos de turno no pueden mentirnos y engañarnos de nuevo, la deuda ya es inasumible. Su incompetencia es estructural, ya lo sabemos. Pero una vez que han fracasado, la insistencia, persistencia y perseverancia en las mismas políticas simplemente pone de manifiesto el un instinto de supervivencia de la clase dominante, la gerencia bancaria y los acreedores.
En este escenario, el más probable, habrá que hacer lo que no se hizo con la crisis sistémica de 2008, aquello que es óptimo y eficiente, económica y socialmente. Por un lado, reducir el tamaño del sistema bancario occidental acorde a la economía real, mediante una reestructuración del mismo a costa de gerencia, propietarios y acreedores. Por otro, aliviar las deudas de familias y empresas, y reestructurar la deuda soberana. Por eso, Grecia importa y mucho. La ciudadanía debe tener los ojos bien abiertos, no vaya a ser que nos la quieran meter doblada por enésima vez.
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