Desde:
http://sinfuturoysinunduro.com/Que la globalización ha llegado es indudable. Diferentes cadenas de distribución están apostadas por todo el mundo, producen localmente y venden globalmente. En lugares como el espacio común europeo, esto ha sido posible y mucho más fácil gracias al Euro. 8 años después de la implantación de la moneda común, quedan muchos flecos sueltos por los que esta moneda sigue sin beneficiarnos a los países miembros, y por ende a los ciudadanos.
En España el redondeo ha triunfado, y con el las subidas de los precios continuadas durante 8 años, no reflejadas convenientemente en el IPC. De hecho es dificil todavía pensar que un producto tan básico como el pan, que costaba entre 25 y 50 pesetas, hoy por hoy cueste entre 0,50 € y un 1 €. Habrá lugares más baratos y más caros, y los había también antes de 2002. Muchos dirán que hay distintos tipos de pan, y que la calidad ha mejorado, y de ahí la subida del precio más que con redondeo, con cara dura, y cuadrada, no precisamente redonda.
Pero cuando hablamos de productos exactamente iguales, vendidos en las mismas cadenas de distribución y dentro de países de la Unión Europea, no comprendo el por qué el precio debe ser diferente. Es una injusta forma de tratar a ciudadanos de primera y de segunda. Me comenta mi compañera de piso que un amigo ha ido a IKEA a comprar una cama, y que ha encontrado una diferencia bastante considerable entre el mismo producto en Italia, lugar de procedencia del susodicho, y España, lugar actual de residencia de este ciudadano. No creyendo lo que me dice, decido darme un paseo por las webs de Ikea en España e Italia, y me encuentro con esto:
Todas las imágenes están enlazadas a la página original, que podrá sufrir variaciones y quedar el enlace roto, por cierto.
Creyendo que esto podría ser fruto de la casualidad o de alguna promoción, me dispongo a ver el precio de más camas tanto en España como en Italia y encuentro otra sorpresa. He aquí otras dos camas de matrimonio:
Ahora resulta que en España encontramos las camas 20 y 10 € más baratas que en Italia, respectivamente. IKEA, que mantiene sus precios de año en año, no mantiene sin embargo el mismo precio en un país que en otro, aunque la moneda sea la misma.
Igualmente ocurre con los que alguna vez hayan comprado ropa en alguna cadena de Inditex, ya sea Zara, Pull&Bear, Springfield o firmas similares, que en la ropa incorporan una etiqueta en la que se puede ver el precio según el país. De hecho, es factible que la conquista de Inditex de Europa hizo que los mismos pantalones valiesen bastante menos en una tienda europea que en una española, cuando la renta per cápita de la media de los países europeos supera a la española.
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