Puta y pagando la cama.
No, los aviones del ejército supuestamente español no están en la frontera marroquí, defendiendo Ceuta, Melilla y Canarias. Tampoco están en Gibraltar, defendiendo el cielo español que vulneran diariamente los aviones de la Gran Bretaña, a la que el tratado de Utrecht jamás cedió ese espacio. Están sirviendo de cipayos a USA, en una pugna bilateral con Rusia, en la que España tiene todo que perder y nada que ganar.
Parece chiste: siguiendo los consejos de USA, el gobierno compra a USA aviones fabricados en USA, que paga a USA y luego pone al servicio de USA. Deja de ser chiste sí se considera que es con nuestros impuestos.
La aviación militar rusa ya sabe que los cazas españoles están protegiendo el espacio aéreo de las tres pequeñas repúblicas bálticas. El primer encontronazo entre ambas se ha producido hace unas horas cuando dos cazas F-18 del Destacamento Ámbar han interceptado un cazabombardero ruso Sukhoi SU-24 que volaba junto a la costa de Estonia, siempre en aguas internacionales, pero violando las normas internacionales de aviación.
El Centro de Control e Información (CRC por sus siglas en inglés) de Karmelava, en Lituania, detectó la presencia de un avión no identificado, que no tenía plan de vuelo comunicado y no mantenía ningún tipo de comunicación con las agencias de control aéreo, y que procedente de Kalinigrado (un exclave ruso entre Lituania y Polonia) volaba cerca de las aguas territoriales de Letonia en dirección a Estonia. Se dio entonces la orden de salida a los dos F18 españoles.
Los cazas españoles despegaron desde la base estona de Ämari y ascendieron a plena potencia hasta los 20.000 pies, unos 6.500 metros, poniendo rumbo directo hacia la aeronave no identificada. Los F18 identificaron entonces al Sukhoi SU-24, un cazabombardero supersónico de la Fuerza Aeroespacial Rusa operativo desde la década de los setenta. Lo fotografiaron y escoltaron hasta que recibieron la orden de romper la formación y volver a la base.
El Estado Mayor de la Defensa (EMAD), responsable de las misiones de las Fuerzas Armadas españolas en el exterior, ha informado de que la operación de intercepción se realizó en bastante menos del tiempo que establece la OTAN para una misión de este tipo y que las aeronaves regresaron a la base de Ämari sin incidencias, momento en el que los mecánicos y armeros del destacamento iniciaron las labores de mantenimiento de los cazas.
El Destacamento Ámbar, compuesto por cinco cazas F18 del Ala 15 del Ejército del Aire (uno de ellos de reserva) y 130 militares se desplegó en la citada base aérea letona a principios de este mes de mayo con el objetivo de proteger el espacio aéreo de las tres pequeñas repúblicas, algo que realizan de manera rotatoria los principales países de la OTAN al no tener estos países capacidad militar para garantizarse su propia seguridad aérea.
La primera vez que los militares españoles realizaron esta misión fue en el año 2006, cuando se desplegó un destacamento con cazas Mirage F1. Los dos últimos años, en 2015 y 2016 –las rotaciones se han reforzado ante la creciente amenaza rusa- se desplegaron cazas Eurofighter Typhoon. Este año se han enviado, sin embargo, cazas F18 Hornet, que realizan esta misión de Policía Aérea en el Báltico por primera vez.
http://www.libertaddigital.com/espana/2017-05-17/cazas-f18-espanoles-interceptan-un-cazabombardero-ruso-sukhoi-su-24-en-el-baltico-1276599148/
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