Señor Felipe González: los españoles no comemos gracias al Rey, sino que -muy al contrario- él y su familia llevan décadas pegándose festines y amasando su corrupta fortuna a costa de nosotros. A lo peor es que a un socialista que se construye palacios en Marruecos le preocupa más la solidez de un trono que la dignidad de un pueblo que cada vez come menos. Y aunque usted ya no se acuerde, con la dignidad -como con el hambre- tampoco se juega.
[Texto de Amparo Morán]
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