desde:
http://www.rafapal.com/Los más viejos de este “lugar” llamado rafapal.com recordaréis que llevo años (exactamente 9, antes incluso de abrir la web) hablándoos de Ron Paul y de una mítica ley que supuestamente se aprobó en el 2000 e iba a poner en marcha el 11 de septiembre del 2001 un Nuevo Sistema Monetario basado en el oro y cuyo símbolo es el arcoiris. Recordad:
se llamaba NESARA, más tarde, GESARA. Hace ya diez años, en el ya mítico boletín de ”La Paloma de la Unidad” fue como me enteré de la mentira del sistema monetario y fue así como fui el primero en lengua castellana que vió y tradujo “Money as debt”. Es sencillo: llevaba años esperando la liberación de esa información en vídeo (la había leído ya en texto en inglés). Desde entonces, una niebla envuelve a esa larguísima trama que tuvo como continuación al embajador Leo Wanta y su cronista, Christopher Story. Ni David Icke, ni Alex Jones, ni Jeff Rense ni Edward Griffin creen en NESARA. Yo Sí. Y Ron Paul es la prueba viviente de que existe un Plan de la Luz: lo conocí a través de ese asunto.Bien, hace un par de semanas, en Argentina, alguien me contó que
David Wilcock había aparecido llorando en una entrevista con Project Camelot porque había recibido amenazas de muerte y de tortura a raíz de sacar a la luz unos papeles que hablan de una gigantesca operación, capitaneada por la Sociedad del Dragón Blanca (sociedades secretas asiáticas) para devolver a este continente el oro robado por los Estados Unidos e Inglaterra en los años cuarenta.Os resumo la charla con Kerry de Project Avalon y el contenido del
texto publicado en la página de Wilcock, producto de una entrevista de éste con Benjamin Fulford, que es quien le ha puesto en la pista sobre el tema.El arranque reciente de este embrollo es la detención de dos japoneses en Italia hace unos meses, cuando llevaban encima unos bonos por valor de 134 billones de dólares, noticia que apareció en la prensa oficial, como por ejemplo,
en Fox News,
Bloomberg o
Asia Times. Aunque fueron calificados de “ladrones”, los tipos vestían de traje corbata y parece que venían de Suiza (no quiere decir que con esa pinta no pudieran ser ladrones, obviamente).
Ved lo que dice esta página de inversores sobre el asunto, que está todavía en los Tribunales y que ataca, directamente, al ex presidente italiano, Silvio Berlusconi, y al Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon (ver pantallazo, más arriba y la noticia, aquí, en
una página de noticias de Tribunales).Antes de meternos en harina también hemos de recordar el asunto del Lord inglés que hace pocos meses dijo en la Cámara Británica ser portavoz de una orden de Templarios que decía tener en su poder una cantidad tal de oro que podría acabar con la crisis económica de un plumazo. Lo recordáis, ¿verdad? También será bueno que recordéis que Fulford relató este verano una reunión en Mónaco a la que acudieron representantes de un centenar de países, que intentó ser atacada: tiene que ver con todo lo que os voy a contar a continuación.Bueno, pues aquí empieza la historia entre Fulford (portavoz de la autodenominada “Sociedad del Dragón Blanca”) y Wilcock. Y, como en NESARA, todo gira alrededor del oro.Por lo visto, el oro del Imperio Romano y el del Imperio Español (es decir, el oro que sacaron de América) terminó en China para pagar las famosísimas especias y otros exotismos asiáticos que tanto gustaban en Occidente. A finales del siglo XIX estaba allí guardada una gran cantidad y ésa (según mi personal interpretación) fue la causa de la “guerra del opio” que los piratas ingleses le montaron al Imperio chino y mediante la cual consiguieron Taiwán, Hong Kong y otros importantes puertos como Cantón y Macao. Compinchados con el emperador nipón cuya dinastía Meiji había sido colocada por los Rothschild, en los años treinta Japón invade China para robarles ese oro que en 1938 fue llevado a Japón, Filipinas y Estados Unidos. Posteriormente, los iluminati introdujeron en China el caballo de Troya comunista (Mao fue formado en París) que derrocó al vigente Emperador, pues el Kuomintang (los nacionalistas) querían recuperar ese oro, a cambio del cual, los Iluminati yanquis les dieron unos bonos, a devolver en 60 años, que son los que fueron a buscar los representantes chinos y japoneses a Suiza, y que aparecen en la noticia de más arriba. Es decir: el plazo se cumplió en 1998: el trato fue que ese oro iba a servir para sostener un sistema monetario justo, pero la realidad es que lo que hicieron los Piratas (porque realmente son los mismos Piratas, como vengo diciendo hace años) fue esconderlo en lugares secretos y pasarse el testigo como testaferros durante todos estos años, “mareando la perdiz” como vulgarmente se dice. El oro de NESARA, el de los Templarios y el dinero del famoso Programa Leo Wanta forma parte de todo ese oro que es la base de la Liberación de la Humanidad y que supera, con muchísimas creces, el volumen de la deuda mundial actual; ese dinero ficticio, creado a partir de la creación de dinero ficticio, sin riqueza real detrás.
Así pues, la solución al koan zen que he soltado en las últimas charlas (”¿cómo es posible que el volumen de la deuda mundial sea más de veinte veces, el volumen de la riqueza?) es el siguiente: esa riqueza está confiscada, en forma de oro, por estos piratas/banqueros que nos gobiernan. Si no lo entendéis, pensad en que jugáis al Monopoly y todos los participantes no sólo están endeudados sino que el volumen de la deuda es mayor que el valor de los billetes del propio juego. Absurdo, ¿verdad? Alguien está mintiendo y se está llevando la riqueza a otra parte, como es lógico. Bueno, pues esto es igual: es absurdo que después de 2.000 años de civilización, naciones como Italia, Grecia, España o los propios Estados Unidos estén en bancarrota. La riqueza que han creado ha debido ir a alguna parte, no se ha podido evaporar. Si desaparece de un lado, otro se ha tenido que hacer con ella. La respuesta es: los que crean el dinero de la nada y se quedan con el oro. Con este oro.
En otras palabras, que los Piratas se han quedado con el oro y han creado durante todos estos años inflación, es decir, pobreza, cuando la realidad es que ya hace décadas que deberíamos estar viviendo en la Abundancia y dejar de trabajar para sobrevivir. El golpe de estado de la Creación de la Reserva Federal el 23 de diciembre de 1913 (la quisieron montar el 21 de diciembre del 1912, para hacer coincidir su centenario con el solsticio del 2012) y la muerte de Kennedy fueron parte de la misma Conspiración.
Los chinos nacionalistas huyeron a Taiwán con parte del oro que según los informadores de Wilcock está escondido en las colinas que rodean el Museo Nacional de Taiwán.
En 1934, Roosevelt prohibió la posesión de oro. Según él, para que no se pudiera especular con él, la realidad es que formaba parte de esta Conspiración. La Conferencia de Bretton Woods, antes de terminar la II Guerra Mundial, impuso el patrón oro pero con la salvedad de que todo el que no estuviera controlado por los banqueros sionistas, fue “sacado del mercado” (esto es lo que dice Fulford y pone como ejemplo el del Sha de Persia y el rey de Tailandia).
En 1955, 77 naciones integradas en el bloque de “países no alineados” firmaron el tratado del Memorial Hilton Green con el que querían llevar la prosperidad a las zonas más pobres del Planeta, basado en el oro guardado en Tailandia. Su principal impulsor era el mandatario de Indonesia, Sukarno, descendiente del emperador chino.
El ya conocido Benjamin Freedman es uno de los que puede dar fe de estos movimientos.
La crisis de los misiles entre Cuba y Estados Unidos se montó para detener esta “Conspiración positiva” que tuvo en Kennedy al líder que estuvo a punto de lograrlo: por eso lo mataron. La ya famosa Orden Ejecutiva 11110 que permitía al Gobierno crear dólares basados en plata iba encaminada a recuperar el poder de la emisión de la moneda. Pero iba más allá: estaba coordinada con la tentativa del Presidente indonesio, Sukarno, por eso fue derrocado del Poder. Su nieto continúa con la demanda hoy día.
En 1968 trastocaron los documentos originales y colocaron a un falso heredero de ese 85% del oro mundial. Según Fulford, ese oro está guardado hoy día en 125 sitios alrededor del mundo, pero hay otro ejecutivo financiero que
afirma que son 172: ¿véis cómo es la historia de los Piratas? Esto equivale, según Fulford, al oro que cabría en 10 piscinas olímpicas, por lo menos.
En 1994, el Tratado de Bretton Woods (por 50 años) expiró, y 200 países reclamaron sus derechos por ese oro. Ahí es cuando entra en escena Bill Clinton, que autoriza 100 maneras diferentes de crear dinero “del aire” y es la explicación a la burbuja de la bolsa que estamos sufriendo en la actualidad. Como ya no se pueden inventar el oro sin reconocer que no lo han devuelto a sus legítimos poseedores, permiten que se cree dinero “de la nada”.
En 1998, el Kuomitang chino (gobierno de Taiwán) entabla un juicio contra el Gobierno de los Estados Unidos para recuperar ese oro que en 1938 se habían llevado 7 buques de guerra a yanquilandia, a cambio de los cuales, les dieron esos pagarés (¡parece de risa, verdad?; un timo como el de la estampita! ‘Tú dame el oro y yo te doy estos papelitos y dentro de 60 años vuelves, que yo te lo devuelvo….”).
Al parecer, la Reserva Federal de Estados Unidos devuelve en los años setenta toneladas de oro al gobierno comunista de Mao, que para ellos ya era suficiente y el asunto, AGARRAOS, es que El Tribunal Internacional de La Haya, tras cientos de pleitos, había ordenado que se enviara el primer cargamento de oro a Taiwán… ¡El 12 de septiembre del 2001!
¿Dónde estaba ese oro?
Exactamente, en las Torres Gemelas de Nueva York.
¡JUSTO COMO SE DECÍA EN EL ASUNTO NESARAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Todos los papeles de la empresa que llevaba el asunto, Cantor Fitzgerald Securities, fueron destruidos con ese autoatentado, y todos sus empleados, asesinados. (Como se decía en la historia de NESARA).
En realidad, las Torres Gemelas, construidas en los años setenta, fueron creadas precisamente para guardar ese oro que, después del 11-S, fue enviado a California y de allí, a Paraguay. Ha habido varias confirmaciones de que
el oro yanqui guardado en Fort Knox fue sacado de allí en los últimos años.
Fulford confirma que dentro del Pentágono hay patriotas que están torpedeando los intentos de crear la Tercera Guerra Mundial de los seguidores de la falsa Torah, los satánicos Sabateanos sionistas (SSS). Por eso invadieron Georgia (porque desde allí, y desde Osetia del Sur, Israel quería atacar Irán). También están actualmente colaborando con las fuerzas de la Verdad muchos miembros de la CIA radicados en Asia, que han trabajado con las “mafias chinas” (en realidad, sociedades secretas de todo Asia) y que son las legales poseedoras de esos trillones de dólares en oro. (Como curiosidad, el hombre del bastón que a veces aparece al lado de Fulford es el “sumo pontífice” de todas las Artes Marciales en Asia, con capacidad para movilizar a 50 millones de karatecas y aikidokas, entre otros).Wilcock continúa con la historia de Yamaguchi y Watanabe, los dos agentes de la Sociedad del Dragón Blanco, detenidos en Italia, y a los que tanto Berlusconi como Ban Ki Moon intentaron sobornar ofreciéndoles 100 millones de dólares. Como no tenían ningún cargo contra ellos, les dejaron marchar.El Foro Mundial de Davos también estaba envuelto en esta historia.Supuestamente, según Fulford, toda la riqueza del Planeta asciende a 63 trillones de dólares (en cifras anglo, es decir, billones latinos) mientras que el valor total de esos bonos/oro asciende a 371 trillones. Es decir, 6 veces más. Según Keith Scott, uno de los abogados demandantes del proceso de los mencionados bonos chinos por el oro robado, Fulford se equivoca porque esa cifra sólo corresponde a uno de los 270 sitios donde se guarda el metal, concretamente, el de Malasia; la cantidad real es de ¡Miles de Trillones! (Esto coincide con lo que leí en la lista de NESARA, en donde se hablaba de que la cantidad de oro guardada por la “jerarquía” para dar comienzo a la Nueva Era, se medía por Cuatrillones).En otras palabras, hay dos sistemas monetarios ahora mismo: uno falso, en el que el dinero simplemente se escribe en las pantallas como una deuda (el sionista-sabateo) y otro, el real, el del oro que los Piratas guardan en sus paraísos fiscales. Lo podéis ver como las dos líneas de Tiempo que en este año 2012 se separan: una muere (el dinero inexistente) y la otra, (Nuestro Tiempo, el dinero de Oro) sale a la luz.Fulford y Wilcock comentan que los Bancos Centrales de cada país no están autorizados a negociar su deuda entre ellos, y han de hacerlo a través de empresas privadas. Lo que entiendo de este dato es que el BIS de Basilea, Suiza (creado en 1921) y las agencias que califican la deuda, en manos de los sionistas, son los que manejan estos instrumentos y que, simplemente, deciden lo que vale y lo que no, de la misma maner que los Piratas decidían hundir un buque al que robaban.Después comentan el problema de saber qué estructura de Poder les puede juzgar, puesto que es un Sistema Planetario (ahí es donde entraría la
Alternativa Mundial Acuario!!!!) y dicen que harían falta Nuevas Estructuras para poner en marcha el plan.Seguidamente, discuten sobre el nuevo sistema y hablan de que (siempre que el oro no esté en unas solas manos) sería perfecto para un crecimiento sostenido, como probaron China y Japón en los últimos años.
Una vez más, léete lo que
salió acerca de NESARA hace ya diez años y comprende que ESTE ES EL VERDADERO CAMINO HACIA LA EDAD DE ORO DE LA HUMANIDAD.
Este es el Único Camino para llevar la Paz, la Justicia y la Abundancia al Planeta Tierra.
PD: A los que sepáis inglés, os recomiendo
véais esta historia real de los Estados Unidos, ligada al tema del dinero, auspiciada por Lyndon Larouche. Encaja muy bien con todo lo que os he contado.
No puedo creer que tienen la cara de PROHIBIR la planta natural, pero si dejan la mutilada artificialmente conn su genetica por las multinacionales de mierda y los lameculos corruptos que son los liampiabotas de los hijos de puta de los banqueros iluminati.
ResponderEliminarYa está bien,. el mundo está al revés.
Dentro de nada el papa como jefe del banco central.