E.Andradas
Desde:
http://quejodios.blogspot.com/Los reyezuelos coronados de camisa azul y golpe de estado, en subvencionarse de la hacienda pública. El tatarabuelo trabajaba poniendo tren a los jovenzuelos campesinos y dándoles billete para el Barranco del Lobo o las rocas de Annual. También jugaba a la banca, bendecía dictablandas, matones de sable y voz socarrona a galón de Primo de Rivera, le dieron pasaje de barco y exilio. Mussolini le dejo techo y cama, una paguita y una cohorte de conspiradores de monarquía.
El bisabuelo quería ser marinerito cañonero de la II República, en el acorazado Baleares, pero el padrino del abuelo, ese señor de bigotillo de autoridad y botitas de mando, no le dejo. Puso una sede electoral de rey en Estoril y se dedico a que otros le pagaran las cuentas de sus fiestas de cena y copita. Siempre soñó, con que el Tío Sam y el Foreign Office le devolvieran el trono y darse una vuelta de señorito en yate por las súbditas costas de España.
El abuelito Juan Carlos, tuvo más tino de negociante, juro el yugo y las flechas, se puso corona de sultán demócrata, chanchulleo de palacio y se coloco una constitución de la que hizo empresa. Ahora papa y yo vivimos de esa sociedad Borbón S.L. Las cámaras y la nomina daban mucho de sudar, con lo que busque a papi de noviete y me obre de Reina Leticia. Con unas portaditas de Hola y unas letras rosas, unas ONGs de café de las cinco y unos vestiditos de Vogue a vivir, antes que el pueblo deje de creer en cuentos de princesas y sapos.
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