
Manifestación estudiantil de los recortes frente al Colegio de los
Salesianos en Mérida, Badajoz, Extremadura. Un militante de IU, Rafal
González, es vilipendiado por la prensa de derechas como instigador en
su asalto, llegando la situación al extremo de acusarlo de “Escándalo
público”. Además, recibe amenazas de grupos de ultraderecha. Como en los
viejos tiempos de la guerra civil, donde ser un rojo era un grave
delito que los ganadores de la contienda convertían en fusilamientos
masivos, del mismo modo actúa parte de este sector ideológico, como si
no hubiese transcurrido el tiempo. El fin, al que se suma la justicia
española y la inactividad del gobierno del PP ante semejante atropello,
no persigue otro fin que desprestigiar a los crecientes grupos de
protesta contra la política de una clase dirigente que se atrinchera en
sus ideas más rancias, algunas ingenuas y otras más peligrosa de lo que
parecen. Todo este movimiento subterráneo de la extrema derecha,
alimenta en cierto modo las políticas del gobierno español e incluso
editoriales de prensa. El diario “El Mundo” lo ha presentado como
instigador de los acontecimientos negando incluso la presunción de
inocencia; estos titulares de prensa podrían ser perfectamente
compatibles con los que se darían durante la dictadura fascista de Don
Francisco Franco Bahamonte, amigo de Adolf Hitler y su aliado durante la
segunda guerra mundial. No podemos olvidar que en el PP caben todos,
incluso los no constitucionales ni demócratas.
De este modo camina España, con un deterioro manifiesto.
ÁNGEL VILVOORD.
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