«El Generalísimo
Francisco Franco, Jefe del Estado español, falleció el 20
de noviembre de 1975. Al margen de cómo juzgarle la
Historia, lo que sí es seguro es que en la historia judía
ocupará un puesto especial. En contraste con Inglaterra,
que cerró las fronteras de Palestina a los judíos que huían
del nazismo y la destrucción, y en contraste con la democrática
Suiza que devolvió al terror nazi a los judíos que
llegaron llamando a sus puertas buscando ayuda, España abrió
su frontera con Francia ocupada, admitiendo a todos los
refugiados, sin distinción de religión o raza. El profesor
Haim Avni, de la Universidad Hebrea, que ha dedicado años a
estudiar el tema, ha llegado a la conclusión de que se
lograron salvar un total de por lo menos 40.000 judíos,
vidas que se salvaron de ir a las cámaras de gas alemanas,
bien directamente a través de las intervenciones españolas
de sus representantes diplomáticos, o gracias a haber
abierto España sus fronteras.
El 23 de
octubre de 1940, en los más trágicos momentos de la
historia judía europea, cuando las tropas de Hitler estaban
a lo largo de la frontera española tras la caída de
Francia, Franco se entrevistó con Hitler en la localidad
fronteriza francesa de Hendaya, negándose a satisfacer
cualquiera de las peticiones de Hitler, incluida la entrada
en vigor de legislación anti-judía. Frente a este punto,
varios meses más tarde, Franco creó en Madrid y Barcelona
el Instituto de Estudios Judíos “Benito Arias Montano”.
Su erudita publicación “Separad” sigue siendo una de
las mejores publicaciones judías que actualmente se editan
en todo el mundo, y la única plenamente subvencionada por
un Gobierno nacional fuera de Israel.
En otoño de
1953, las actividades del “Yamin Nora’im” estaban
dirigidas en Madrid por el reverendo D. A. Jessurum Cardozo,
de Nueva York. Estos servicios, a los cuales Franco expresó
su reconocimiento personal, eran los primeros oficialmente
autorizados en España desde la expulsión de 1492.
A principios
de 1945 Franco permitió a la Agencia Judía que actuara en
territorio español para facilitar la inmigración ilegal de
los supervivientes de los campos de concentración a
Palestina, donde por entonces los británicos impedían la
inmigración judía. Tras la participación de Israel en los
acontecimientos de Suez de 1956, a los judíos marroquíes
se les prohibió emigrar a Israel. El Haham, Rabid Dr.
Solomon Gaon, fue recibido en varias ocasiones en privado
por Franco y España hizo lo necesario para el traslado en
masa hacia Israel a través del Sahara Español, con la
aprobación tácita del Gobierno marroquí.
En 1960, en
la clausura de la magnífica Exposición Bibliográfica
Sefardita Internacional, que estuvo abierta al público
durante un mes en la Biblioteca Nacional de Madrid, el
Generalísimo concedió a Haham Gaon la alta distinción
española de “Caballero de la Orden de Alfonso el
Sabio”. En sus palabras de contestación al discurso
pronunciado en judeo-castellano, Franco, enjugándose las lágrimas,
declaraba: «El Gobierno
español está orgulloso de haber podido salvar vidas
judías durante la II Guerra Mundial y quiere hacer todo lo
posible por aumentar los lazos culturales entre los
sefarditas y los españoles».
El “I
Simposio de Estudios Sefarditas”
se celebró en Madrid del 1 al 6 de junio de 1964. El
Gobierno español invitó a estudiantes judíos de todo el
mundo a que leyeran documentos y publicaciones referentes a
aspectos de la cultura sefardita. Sufragado por el Gobierno
español, se publicó en 1970 un volumen de “Actas” de
781 páginas, un material indispensable para los estudiantes
sefarditas y quizás el trabajo más importante aparecido en
este siglo sobre estudios sefarditas.
Tras la
contienda entre árabes e israelitas de 1967, Franco dio órdenes
a todos sus Embajadores en los países árabes para que
concedieran tantos pasaportes y visados españoles a cuantos
judíos fuera posible. El Generalísimo Franco intervino
personalmente en nombre de los judíos egipcios “apátridas”
detenidos por Nasser e internados en condiciones inhumanas.
Durante 1968, 110 de estas personas pudieron trasladarse a
España, que habían quedado bloqueados por el gobierno de
Nasser tras la Guerra de los 6 días,
En el año
1965 Franco fue el primer Jefe de un Gobierno español desde
1492 que recibía en audiencia a delegados de congregaciones
judías en su propio país. Por sugerencia de Franco, el 14
de diciembre de 1966, diecinueve millones de españoles
votaron a favor de una ley propuesta por Franco para la
concesión de libertad de culto para todas las religiones no
católicas. Inmediatamente se concedió el permiso para la
celebración de actos religiosos judíos públicos. El 16 de
diciembre de 1968 se inauguró en Madrid la primera sinagoga
desde 1492. Para conmemorar el acontecimiento, el Ministerio
de Justicia, por mandato del Jefe del Estado. Confirmó la
derogación del Edicto de Expulsión de 1492. Se le envió
de forma oficial el documento a D. Damuel Toledano, de la
Congregación de Madrid, enviándosele una copia a Haham
Gaon, en Londres.
El 13 de
junio de 1971, para satisfacer un deseo largamente
acariciado por el Generalísimo Franco –su Decreto 874 de
18 de marzo de 1964, incluido en “Actas” 61 3-5– la
antigua Sinagoga del Tránsito, de Toledo, fue “devuelta
al judaísmo” de forma oficial. A falta de una comunidad
judía, se le ha convertido en un espléndido Museo Judío,
en espera de su futura nueva consagración como “Casa de
la Oración Sefardita Judía”. Presidieron la inauguración
del Museo Haham Gaon y el Ministro de español de Educación
y Ciencia José Luis Villar Palasí.
Cuando Tánger
y Tetuán fueron anexionadas a Marruecos, el Gobierno español
invitó a todos los habitantes judíos de estas dos ciudades
a que se instalaran en España. En estos momentos la
comunidad judía malagueña cuenta con más de 2.500
miembros. Por orden de Francisco Franco, un artista judío
recibió el encargo de esculpir una estatua de Salomón Ibn
Gabirol, que fue erigida en un parque de Málaga, donde había
nacido hacia el 1021, el gran filósofo y poeta. El 21 de
abril de 1972, se organizó una gran ceremonia en Málaga
para conmemorar el 950º aniversario del poeta. Fueron
invitados a los actos especialistas en literatura judía de
las universidades españolas y del extranjero. Gracias a los
esfuerzos de Franco, en 1972 España era el único país en
el que, al margen de Israel, todas las Universidades
estatales tenían un Departamento de Estudios Judíos.
El “Sabat
Vayislah”, 18 Kisley 5736 (22 de Noviembre de 1975), los
coeditores de “The American Sephardi” acudieron a rezar un responso por el
alma del Generalísimo Francisco Franco ante el arca de la
histórica Sinagoga Hispano-Portuguesa, en la ciudad de
Nueva York. Tras mencionarse su nombre, se añadió la frase
“sehu azar hayehudim
bime hamilhama hagedola”,
(“por su ayuda
a los judíos durante la Guerra Mundial”).
Testimonios judíos de agradecimiento.
• Salomón Ben Ami, Ministro de Asuntos
Exteriores de Israel y Embajador de Israel en España:
«El poder judío
no fue capaz de cambiar la política de Roosevelt hacia los
judíos durante la II Guerra Mundial. El único país de
Europa que de verdad echó una mano a los judíos fue un país
en el que no había ninguna influencia judía: España, que
salvó más judíos que todas las democracias juntas».
(Declaraciones a la revista “Época” en 1991)
• Golda
Meier, Primera Ministra de Israel, declaró siendo
Ministra de Asuntos Exteriores:
«El pueblo judío
y el Estado de Israel recuerdan la actitud humanitaria
adoptada por España durante la era hitleriana, cuando
dieron ayuda y protección a muchas víctimas del nazismo».
(Durante un debate en el Parlamento israelí, Knesset, el 10 de febrero
de 1959)
• Max
Mazin, Presidente de la Asociación Hebrea en España
(1973):
«¿Qué
importa el número de judíos salvados por España, cuando
el precio de una sola vida es infinito? Sé que España salvó
las vidas de docenas de millares de hermanos nuestros por
diversos procedimientos, y hubiera salvado muchas más de
haber tenido oportunidad de hacerlo».
«El nombre de España es una de las poquísimas
luces que brillan en la larga y oscura noche que vivió el
pueblo judío durante los trágicos años del nazismo».
• Elie
Wiezel, escritor judío, premio Nobel de la Paz en 1986:
«España fue,
probablemente, el único país de Europa que no devolvió a
los refugiados judíos».
(Declaraciones a la prensa a su llegada a Madrid en julio de 1990)
• Haim
Avni y Yad Vaskem, profesores de la Universidad hebrea de Jerusalén:
«Un total de
por lo menos 40.000 vidas judías fueron salvadas de las cámaras
de gas por las actuaciones directas de las embajadas y
consulados españoles».
(“Estudios sobre la catástrofe judeo-europea y la resistencia”,
1970)
•
Chaim Lipschitz, escritor judío. Autor del libro “Franco,
Spain, the Jews and the holocaust”:
«Tengo pruebas
de que el Jefe del Estado español, Francisco Franco, salvó
a más de sesenta mil judíos durante la II Guerra Mundial.
Ya va a ser hora de que alguien dé las gracias a Franco por
ello».
(Declaraciones a la revista “Newsweek en febrero de 1970)
• Israel
Singer, Presidente del Congreso Mundial Judío:
«La España de
Franco fue un refugio importante de judíos que se
arriesgaron a venir, escapando de la Francia de la libertad,
la fraternidad y la igualdad. No quiero defender a Franco,
pero en la II Guerra Mundial muchos judíos se salvaron en
España e ignorarlo es ignorar la historia».
(Entrevista en “El Mundo”, el 17 de diciembre de 2005)
•
Enrique Múgica
Herzog, destacado miembro del PSOE:
«Aquel
régimen, tan criticable en otros aspectos, acogió a los
judíos que llegaron, bien para asentarse en España, bien
para continuar viaje con la ayuda del servicio diplomático».
(Declaración
como presidente de la delegación española en el Congreso
Judío Mundial celebrado en Londres en 1998)
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