Los correos del presidente de Caja Madrid con sus directivos en el
lanzamiento de preferentes: euforia ante las cifras "de récord" y
ninguna alarma
"Lo que he aprendido es que, si a los sindicatos no les gusta, probablemente es buen producto", le dijo a Blesa su director de Negocios
Blesa se implicó personalmente en la colocación de preferentes a la Fundación ProRAE, de la Real Academia de la Lengua, a quien Caja Madrid gestionaba millones en bolsa.
http://www.eldiario.es
Este Sr.Blesa es un claro prototipo del banquero franquista protegido y auspiciado por sus continuadores ideológicos, los liberales del PP. Su desprecio por la plebe, sus gustos y aficiones burguesas, su falta de moral en contraste con su temor de Dios y su misa diaria, su santa esposa y su querida, parecian tipos berlanguianos extinguidos, pero siguen entre nosotros, en la banca y consejos de administración de las grandes empresas. Amparados por sistemas corruptos, con politicos,jueces y fiscales que desonran su profesión, permitiendo que campen a sus anchas. Hay muchos Blesas y pocos jueces como Expidio o Garzon, pero hay diarios como éste dispuestos a que se sepan las fechorías de esa gentuza Enhorabuena por intentarlo.
"Lo que he aprendido es que, si a los sindicatos no les gusta, probablemente es buen producto", le dijo a Blesa su director de Negocios
Blesa se implicó personalmente en la colocación de preferentes a la Fundación ProRAE, de la Real Academia de la Lengua, a quien Caja Madrid gestionaba millones en bolsa.
http://www.eldiario.es
Este Sr.Blesa es un claro prototipo del banquero franquista protegido y auspiciado por sus continuadores ideológicos, los liberales del PP. Su desprecio por la plebe, sus gustos y aficiones burguesas, su falta de moral en contraste con su temor de Dios y su misa diaria, su santa esposa y su querida, parecian tipos berlanguianos extinguidos, pero siguen entre nosotros, en la banca y consejos de administración de las grandes empresas. Amparados por sistemas corruptos, con politicos,jueces y fiscales que desonran su profesión, permitiendo que campen a sus anchas. Hay muchos Blesas y pocos jueces como Expidio o Garzon, pero hay diarios como éste dispuestos a que se sepan las fechorías de esa gentuza Enhorabuena por intentarlo.
Como una fiesta financiera, como un pelotazo
empresarial, como un nuevo récord. Así vivió Miguel Blesa, entonces
presidente de Caja Madrid, la millonaria emisión de preferentes en 2009,
un producto financiero que atrapó a miles de clientes de la entidad y
volatilizó sus ahorros. Varios correos del mejor amigo de Aznar en la
banca, a los que ha tenido acceso eldiario.es, describen el ambiente de
euforia sin vértigo en aquellos días de emisiones millonarias, en los
que se fraguaba lo que la propia CNMV calificó como un incumplimiento de la ley deliberado y masivo en perjuicio de pequeños ahorradores.
Blesa recibió un e-mail a las cinco de la tarde del 21 de mayo de 2009.
Lo firmaba Matías Amat Roca, su lugarteniente en el consejo de
administración y director general de Negocio, que acabó yéndose de la
caja en 2010 con una indemnización de 16 millones de euros. "La CNMV
acaba de aprobar la emisión de preferentes de Caja Madrid. Empezamos la
comercialización mañana. Irá bien", le decía. Miguel Blesa contestó:
"Dios te oiga. Me dan miedo los excesos de celo de la red [de
oficinas]". Los correos electrónicos, que forman parte de la
investigación judicial que llevó a Blesa a la cárcel, han sido
proporcionados por una fuente anónima derivada a eldiario.es por
colaboradores de la Comisión Anticorrupción de la Red Ciudadana del Partido X.
Unos días antes del lanzamiento de las preferentes, en una conversación
personal con su agente de inversiones, el presidente de la mayor caja
pública española había pospuesto su compra personal de las preferentes
de su propia entidad: "tengo dudas con los plazos", alegaba en
confianza. Las dudas del presidente desaparecieron pronto, apenas 24
horas después, cuando comenzaron las operaciones.
"1.300 millones de euros!!!!!". La bandeja de entrada de Blesa se
llenaba de exclamaciones. "Récord histórico de colocación en producto en
UN solo día", le contaba su equipo en un informe apresurado e informal.
El arranque de la venta de preferentes había sido, se decía,
"fulminante".
El escepticismo personal de Blesa se
tornó en euforia: "Qué notición. Enhorabuena", dijo ante las primeras
cifras. Paradójicamente, Blesa estaba en ese momento aquejado por una
dolorosa hernia. "Qué bárbaro", dijo como respuesta al segundo informe
al final del día. De las 2.057 oficinas de Caja Madrid se habían
aprobado operaciones en 1.971; los resultados en una sola jornada habían
alcanzado, dice el informe, el 48% de la mejor previsión comercial
calculada para todo un mes.
"Lo que he aprendido es
que, si a los sindicatos no les gusta, probablemente es buen producto",
dice su número 2 esa misma semana en un intercambio ya eufórico de
mensajes con Blesa. "Y eso que habíamos engañado a los clientes",
responde, sumándose al tono irónico, el presidente de Caja Madrid. Las
preferentes, no cabía duda en la cúpula de la entidad financiera en
teoría sin ánimo de lucro, se habían convertido en un éxito.
Blesa venció sus susceptibilidades personales y acabó invirtiendo al
menos 150.000 euros de su patrimonio en este producto, aunque
originalmente su asesora de inversiones le propuso que metiera hasta
250.000 euros. La documentación analizada no permite conocer si Blesa
vendió sus preferentes antes de que el mercado se cerrase para este
producto financiero fallido.
La relación favorable con CNMV sobre la "que no se puede decir ni opinar"
El papel de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es una
de las piezas clave a la hora de recomponer el puzle de
responsabilidades por el fiasco financiero. eldiario.es sacó a la luz un documento
en el que se refleja que el supervisor constató el incumplimiento de la
ley en la comercialización de estos productos, con opacidad e inflando
los precios deliberadamente. Decenas de miles de pequeños ahorradores y
familias pagaron la imprudencia.
Sin embargo, el
papel del supervisor ha sido muy cuestionado por haber otorgado el visto
bueno a la emisión. Y precisamente, en su correspondencia, Blesa y Amat
comentan el papel de la CNMV a la hora de sellar la exitosa emisión
y analizan el diferente trato que el supervisor, entonces presidido por
Julio Segura, da a la emisión de Caja Madrid y a la de La Caixa, que
tienen lugar por la misma época.
¿Por qué "la CNMV
nos ha favorecido un poco respecto al teórico"?, se pregunta
retóricamente el director financiero en un mensaje a Blesa. Él mismo se
responde: "En primer lugar por la mejor valoración que la agencia de
rating Fitch había hecho de la emisión"; pero, en segundo lugar, Amat se
lanza a remarcar que "algo de valor le han dado (opinión muy personal) a
que la relación a todos los niveles entre Caja Madrid y CNMV es mejor y
mucho más fluida. Pero esto no se puede decir ni casi opinar (me consta
que la relación entre CNMV y Caixa es tensa)".
La
pelea con otros bancos por las emisiones de preferentes se extiende
también a Banesto. La emisión del banco que dirigía Ana Patricia Botín
sí sufrió un aviso por precio inadecuado. Amat lamenta con Blesa el poco
escarnio público que se ha hecho de este varapalo y dice textualmente:
"Si se nos hubiera ocurrido hacer a nosotros: engaño a los clientes,
tres páginas en El Mundo, etc., etc., quizá carta del Consejero. Es
decir, sentenciados públicamente y fusilados para conocimiento público
en la Puerta del Sol".
La emisión de la caja
madrileña colocó 3.000 millones de euros destinados a captar capital de
calidad. Para ello, se utilizaban técnicas muy agresivas desde las
sucursales, cuyos comerciales tenían objetivos y apuestas muy exigentes
desde la central.
Blesa se implicó personalmente para "colocar" preferentes a la RAE
Miguel Blesa se convirtió en una potente arma de relaciones comerciales
para convencer a los clientes más sui géneris de que invirtieran en
preferentes. Por ejemplo, la Fundación ProRAE, la fundación privada que
financia la Real Academia Española de la Lengua – que no es una institución pública como parece–
y en cuyo patronato están todos los grandes nombres del primer mundo
empresarial español: el Rey Juan Carlos, Emilio Botín... y Miguel Blesa,
que entonces era vocal de la fundación.
La relación
entre la Fundación ProRAE y la caja no era nueva: la entidad gestionaba
las inversiones de la organización de apoyo a la Academia por valor de
unos 16 millones de euros en 2007, según consta en los informes que el
equipo de Blesa enviaba regularmente al presidente, que estaba al tanto
de los movimientos en bolsa que hacía la banca privada de Caja Madrid en
nombre de la Fundación ProRAE.
La cuestión es que
Caja Madrid quería vender preferentes a ProRAE. La contable de la
fundación había trasladado la propuesta a sus superiores, que no se
pronunciaban. "Van a empezar a llamarme pesada por la de veces que lo he
preguntado", le explicaba al encargado de la gestión en Caja Madrid.
Ante el bloqueo de la situación, los financieros sacaron el comodín del
jefe: "Presidente, disculpa que te moleste pero requeriría [...] tu
auxilio comercial", le dicen a Blesa por correo el 29 de mayo de 2009.
Su equipo le señalaba un nombre clave para ejercer la presión y
"colocar" el producto: Ricardo Martín Fluxá, secretario de la fundación,
diplomático y exsecretario de Estado de Seguridad con Aznar, habitual
de los consejos de administración de grupos empresariales. Blesa
contestó a aquel correo de su equipo apenas 6 horas después: "He hablado
con Ricardo Martín Fluxá y se va a ocupar del asunto el lunes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario