Sinopsis
Francia, La Rochelle, octubre de 1941. Un submarino alemán tipo VII C, el U 96, sale a la mar desde esa importante base de submarinos, en una misión de patrulla durante la Segunda Guerra Mundial.Junto a su tripulación va también un periodista novato, el teniente Werner (Herbert Grönemeyer), que es el narrador en tercera persona de la trama. La tripulación está compuesta por un grupo de jóvenes marinos que viven días de angustia durante estas patrullas y que cuando están fuera de servicio se extralimitan y se desenfrenan, sabiendo que es posible que no regresen de la próxima misión. Entre ellos están el jefe de máquinas Fritz Grade (Klaus Wennemann), el primer teniente (Hubertus Bengsch), un nazi fanático ferviente de las reglas y el jefe de máquinas Johann (Erwin Leder), un amante de las máquinas.
El capitán Henrich Lehmann-Willenbrock (Jürgen Prochnow) es un líder nato, dotado con el don de la comprensión, experimentado y con mucho criterio, lo cual lo hace ser muy respetado por su tripulación. Su meta es cumplir con su deber lo mejor posible y volver con vida; de su criterio e iniciativas dependen la vida propia y la de su tripulación.
Las condiciones de vida a bordo son extremadamente agobiantes por el hacinamiento y la falta de espacio. Tras torpedear con éxito unos barcos de un convoy, emergen para comprobar con horror cómo los marinos británicos de un barco, aún a flote, arden vivos. También se ven obligados a abandonar a los supervivientes siguiendo órdenes existentes de no rescatarles, no rescatados por el convoy por temor a nuevos torpedeos, y dejados a su suerte por el submarino por la imposibilidad de transportarlos. La vida sigue a bordo del U 96 donde deben aguantar sendas tormentas o aburridos días sin salir a superficie.
Nuevas órdenes los hacen dirigirse al puerto de Vigo en España. Allí son recibidos por la oficialidad de un buque alemán internado, que en realidad es un buque de abastecimiento, siendo los oficiales del submarino agasajados con un banquete. Allí reciben nuevas órdenes, dirigirse al puerto La Spezia en Italia, para lo cual deberán cruzar el peligroso estrecho de Gibraltar. Werner y el capitán Lehmann se enterarán allí de que sus solicitudes de volver a Alemania han sido denegadas.
Con el submarino repleto de alimentos frescos y torpedos, los marinos del U 96 inician la travesía. Al llegar a las cercanías del estrecho, el capitán decide cruzar durante la noche la barrera de navíos británicos, dejándose llevar por la corriente, pero son descubiertos y atacados por un avión. Con los motores a máxima velocidad, el submarino se sumerge para evitar ser destruido, pero un fallo en los alerones de proa no permiten estabilizar la nave, que se hunde cada vez más hasta tocar fondo a 270 metros de profundidad. El aplastamiento del casco de fuerza provoca filtraciones y roturas en los conductos que inundan de agua el interior del buque, el gas cloro de las baterías aplastadas en el hundimiento inunda el compartimento de máquinas, apareciendo el fantasma de la muerte por asfixia. La lucha por sobrevivir actuando en equipo es ardua, extenuante, casi ahogándose mientras luchan contra las filtraciones. Cada uno a su modo, se convierte en héroe al lograr sus objetivos.
Finalmente, gracias al trabajo en equipo y tras 16 horas de reparaciones, salen del fondo del mar y ya en la superficie toman rumbo a La Rochelle, su punto de partida, donde son recibidos como héroes en el muelle.
Sin embargo, un ataque sorpresa de aviones británicos De Havilland Mosquito rompe el solemne momento, y todos corren por la dársena para salvar sus vidas en medio de una lluvia de bombas. El submarino intenta refugiarse en un muelle antiaéreo, pero es alcanzado por las bombas. El teniente Werner busca desesperadamente al capitán Lehmann en medio del bombardeo, sospechando que éste ha decidido quedarse en el U 96; Werner finalmente halla a su capitán, gravemente herido por las esquirlas de bombas, tendido junto al muelle. Allí Werner y Lehmann observan al U 96, tocado por las bombas, que empieza a hundirse irremediablemente mientras Lehmann muere en tierra a consecuencia de las heridas.
Reparto
- Jürgen Prochnow ... Capitán Henrich Lehmann-Willenbrock
- Herbert Grönemeyer ... Teniente Werner, corresponsal de guerra
- Klaus Wennemann ... Ingeniero jefe Fritz Grade
- Hubertus Bengsch ... 1° Teniente
- Martin Semmelrogge ... 2° Teniente
- Bernd Tauber ... Kriechbaum
- Erwin Leder ... Johann
- Martin May ... Ullman
- Heinz Hoenig ... Hinrich
- Uwe Ochsenknecht ... Jefe Bosun
Comentarios
Hans-Joachim Krug, ex primer oficial del U 219, fue consultor de la película; también colaboró como consultor Heinrich Lehmann-Willenbrock, uno de los capitanes del verdadero U 96.El largometraje entrega un mensaje antibelicista. Uno de los objetivos establecidos por Petersen era guiar a los espectadores a través de un «viaje a la locura», mostrándoles «en qué consiste la guerra». Petersen aumentó el suspense al mostrar en contadas ocasiones tomas externas del submarino, excepto cuando estaba en la superficie, y se valió de sonidos para indicar el desarrollo de eventos en el exterior de la nave, mostrando así al público sólo lo que la tripulación podía ver. El largometraje original de 1981 costó 25 millones de marcos (40 millones de dólares en 1997), lo que significó que fuera el largometraje más caro en la historia del cine alemán. La meticulosa atención que prestó el director a los detalles permitió que lograra el largometraje de submarinos más realista —y una de las películas de guerra más exactas en el relato histórico— vistos hasta ahora.
La película obtuvo 6 nominaciones al Oscar, incluyendo mejor dirección, mejor guion adaptado, mejor fotografía, mejor edición, mejor sonido y mejor edición de sonido.
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