A continuación reproducimos el texto
final del MANIFIESTO DE LA ESPAÑA EN MARCHA que ha sido aprobado por las
distintas organizaciones que integran esta plataforma política
unitaria: La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional,
Movimiento Católico Español, Democracia Nacional
Manifiesto de La España en Marcha
¡Españoles!
Ante la difícil situación por la que
atraviesa España, creemos que ha llegado la hora de una REVOLUCIÓN
NACIONAL y de que abandonemos todos la actitud pasiva, acomodaticia,
apática y nihilista para responder como se merece a los constantes
agravios y vejaciones a los que es sometida nuestra nación por parte de
sus enemigos, con la vergonzosa indiferencia, cuando no colaboración, de
la clase dirigente, responsable última de la pérdida de la conciencia
nacional y del orgullo de pertenencia a nuestro pueblo.
Ha llegado, pues, el momento decisivo de
emprender resueltamente, todos a una, sin dilaciones, la
responsabilidad colectiva de defender lo que nos distingue, dignifica y
enorgullece como españoles con rectitud y honor.
Una clase política, enquistada en las
estructuras del poder, formada por gobernantes corruptos y sin
escrúpulos, movidos exclusivamente por intereses personales y de
partido, han llevado a una crisis sin precedentes a las familias
españolas y a las instituciones del Estado, quedando España, nuestra
Patria común, en entredicho, al borde de su desintegración y del abismo
en todos los ámbitos, con gravísimas amenazas de secesión de regiones
que forman parte inherente e insustituible de nuestra integridad
nacional.
Y en esta situación la Patria está
siendo atacada por todos los flancos imaginables, y su nombre está
siendo mancillado sin una réplica adecuada y contundente por parte de
los actuales dirigentes, que en lugar de defenderla la han guiado por un
calculado proceso de desintegración. Y así nuestra soberanía nacional
permanece hipotecada, cedida y transferida a los opacos grupos de poder
formados por los altos funcionarios europeos, los burócratas y los
banqueros, todos ellos mundialistas, sin un rostro definido, pero sí un
claro odio a nuestra nación que se ha visto reducida a un simple
protectorado de potencias comerciales y militares, carentes de
representatividad y arraigo en nuestro pueblo.
El Ejército español, del que deberíamos
sentirnos orgullosos, se encuentra amordazado y maniatado en la defensa
de su juramento y de sus compromisos asumidos con la Patria, quedando
relegado, por su sumisión al poder político, a mera comparsa y adorno de
actos oficiales y en defensor de intereses que nos son ajenos, en vez
de ser la garantía de la permanencia y existencia de España.
La unidad familiar está rota y
cuestionada su importancia como base de la sociedad. El asesinato de
seres inocentes por la práctica del aborto, subvencionado con dinero
público, junto con la mentalidad antinatalista, está suponiendo una
grave sangría generacional. La ideología de género, cuya finalidad es
abrir una nueva brecha en nuestra sociedad, esta vez entre hombres y
mujeres, criminaliza al varón y hace a los españoles diferentes ante la
ley. La religión de nuestros mayores, impedimento para estos fines y
rasgo de nuestra identidad, no deja de ser atacada y vilipendiada con
saña y acritud.
Las costumbres alcanzan altos niveles de
depravación y extravío moral, especialmente entre nuestros jóvenes,
víctimas de una educación sin valores.
La economía se encuentra encasillada en
una crisis estancada y severa. Los territorios regionales se hayan
enfrentados. La sociedad española se degrada víctima de una inmigración
salvaje, desordenada y masiva, grave peligro para la identidad nacional y
cultural del pueblo español. La agricultura, la ganadería y la pesca,
arruinadas, viven hoy, en gran parte, de la subvención y de la
contratación de mano de obra ilegal, sometida a los precios impuestos
por las grandes superficies multinacionales, e indefensa frente a
injustos acuerdos internacionales firmados por nuestros gobernantes.
Nuestra industria, imprescindible para el desarrollo de un país moderno,
ha sido desmantelada respondiendo a intereses extranjeros,
ofreciéndonos como contrapartida convertirnos en el casino-burdel de
Europa.
El idioma común, la lengua española,
patrimonio colectivo y orgullo de nuestra nación, por incomprensible que
pueda parecer, se halla discriminado, censurado, perseguido, sancionado
e incluso prohibido para ciertos usos en amplios segmentos del
territorio nacional, al igual que sucede con nuestra bandera.
La monarquía actual, nacida de un doble
perjurio, ha incumplido sus obligaciones, defraudando las expectativas
que un día los españoles depositaron en ella, y lejos de ser el
referente moral que se le exigía se ha convertido en el ejemplo de la
corrupción y el nepotismo que contamina a las instituciones del Estado y
menoscaba el patrimonio de los españoles, que se encuentran cada vez
más empobrecidos y endeudados. Como consecuencia la autoridad pública
carece de prestigio y más que nunca está cuestionada.
La disciplina social, relajada. La
mentira es práctica de uso, extendida e institucionalizada. La
corrupción es ya galopante y generalizada, por la ambición de la casta
política que nos gobierna, de forma rotativa y por turno, lo que
propicia el robo desatado sin límites.
La justicia en España, sometida al poder
político, ha perdido toda independencia y se encuentra desprestigiada
como institución angular, base de toda convivencia pacífica. Es lenta e
ineficaz, amén de cara, dejando desasistido y desprotegido al ciudadano
frente a delincuentes impunes. Ha permitido el acceso de terroristas a
las instituciones públicas facilitando que se rentabilicen los crímenes
políticos de la izquierda independentista.
En una situación de emergencia como la
actual se impone el fortalecimiento de los lazos que nos unen y la
asunción de un compromiso revolucionario de todos aquellos españoles que
no estamos dispuestos a sucumbir impasibles a la descomposición de
nuestra Patria. En este momento debemos ser dignos de nuestra herencia y
ponernos en pie, con valor y orgullo, para salvaguardar nuestra
identidad que es nuestro mejor legado para el porvenir.
Hacemos un llamamiento a eliminar y
dejar de lado aquellas pequeñas diferencias que nos separan,
sacrificando cuestiones secundarias para unirnos en lo fundamental,
aunando ideas y sentimientos en torno a la integridad e independencia de
nuestra Patria, manteniendo su unidad y su vocación de nación respetada
e influyente en el mundo.
Conscientes del momento histórico que
nos ha tocado vivir nos disponemos a acometer la REVOLUCIÓN NACIONAL,
siguiendo el ejemplo de nuestros antepasados que supieron estar a la
altura de los desafíos que les presentó la Historia. La lucha será ardua
y no apta para espíritus débiles o pusilánimes pues requerirá de
españoles resueltos a llegar hasta donde la defensa de la Patria lo
requiera.
Por ello ponemos en pie LA ESPAÑA EN
MARCHA como iniciativa política destinada a la defensa del espacio común
de todo el movimiento político de los patriotas de España sin limitar
la libertad y la independencia de cada una de las tendencias y
organizaciones de ese patriotismo político español.
Os convocamos pues a aquellos de
vosotros que aún os consideráis orgullosos hijos de España, a uniros en
la defensa de nuestra Patria en base a los siguientes e irrenunciables
principios básicos:
- La derogación de la Constitución Española de 1978, que nos ha conducido a la lamentable situación en la que nos encontramos inmersos.
- La indisoluble unidad nacional, asentada en la Historia, la convivencia y el destino común, conjugada con la riqueza y diversidad comarcal y regional del conjunto armónico y comunitario de todos los españoles.
- La abolición de las autonomías políticas existentes, semillero de discordias y enfrentamientos, lo que no supone anular fórmulas eficaces, funcionales y alternativas de descentralización administrativa que garanticen la lealtad de todas nuestras regiones a la nación española.
- Un Estado Unitario, Nacional y Social que promueva la participación del pueblo español en la vida política de nuestra nación.
- La erradicación absoluta de la corrupción imperante en la vida política española. Enjuiciamiento de los políticos corruptos y de aquellos que, aún sin haber incurrido en la corrupción, pero debido a su negligencia o dejación de funciones, hayan causado graves perjuicios a la Nación.
- El reemplazo de la actual clase dirigente por una renovada que responda a los intereses de la nación y rinda cuentas ante ella.
- La prohibición inmediata de la difusión de ideas secesionistas con el cumplimiento íntegro de las penas para los delitos de lesa patria y los delitos de terrorismo.
- La consecución de una más justa y equitativa distribución de la riqueza, que alcance con urgencia a todos los españoles con el sometimiento total de la economía a la Justicia Social y a los intereses de la totalidad del pueblo español.
- La política de pleno empleo con la erradicación del paro laboral y la puesta en marcha de todas las fuentes productivas del país.
- El final fulminante de la invasión producida por corrientes migratorias masivas propiciadas por los diferentes gobiernos.
- La regeneración del actual sistema de Administración de Justicia.
- La asunción del humanismo clásico y de la cristiandad como fuentes fundamentales del pensamiento hispano, raíz de los valores tradicionales y permanentes de la sociedad española.
- La defensa de la familia y el reconocimiento integral del derecho a la vida, así como la radical oposición a las prácticas abortivas y a la eutanasia.
- La consolidación de la institución matrimonial y familiar, fundada en el matrimonio monogámico entre personas de sexo opuesto, orientado a la procreación, educación y proyección de la prole y la conservación del grupo humano, considerando al matrimonio homosexual como una anomalía que choca contra toda lógica y contra la conciencia moral tradicional del pueblo español.
- La Soberanía de nuestra nación, plena y sin cortapisas, con absoluta independencia de imposiciones foráneas que atentan contra los intereses nacionales.
- La liberación de nuestro suelo nacional de asentamientos colonialistas y bases militares de potencias extranjeras.
Como Nación y como Pueblo con entidad
soberana acudimos con decisión a esta revolución emprendida en pos de la
integridad de la Patria y la Justicia, unidos bajo una misma bandera,
la enseña nacional que nos ampara a todos.
¡ARRIBA ESPAÑA!
La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español, Democracia Nacional
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