EE.UU. agota su último cartucho contra la
República Árabe Siria: las armas químicas. Tanto al permitir que los
terroristas las emplearan como ahora al acusar al Gobierno sirio de haber sido
quien lo ha hecho, EE.UU. manifiesta su debilidad frente al empuje de la nación
árabe, tras más de dos años de haber intentado derribar al Gobierno sirio.
En Egipto, un Gobierno claramente
intervencionista y expansionista en la nación árabe como era el de los Hermanos
Musulmanes ha sido depuesto ante la denuncia de las masas populares de su
deriva totalitaria. Y al ser derribados los Hermanos Musulmanes en Egipto, la
cuna del movimiento, han visto reducida su presencia en el resto de países
árabes; incluso en Turquía, la franquicia de los Hermanos Musulmanes que
conserva el Gobierno también ha recibido una fuerte contestación en todo el
país, que sólo ha podido ser ahogada por medio de la represión.
En Libia sigue más vivo que nunca el ejemplo
del coronel Muammar El Gadhafi, y sólo la fuerte presencia de militares
extranjeros impide que la población se tome su revancha, como han hecho las
masas egipcias y como están intentado las tunecinas, y reinstaure la Gran
Jamahiriya verde, más libre y más democrática que nunca.
El momento que están atravesando los países
árabes es extremadamente grave, porque se les suman diversas crisis, a la
crisis crónica del capitalismo se añade la crisis territorial provocada por el
sionismo, y a esas crisis se añade la propia reivindicación democrática del
pueblo. EE.UU. trata por todos los medios de conservar su presencia en la
región y para ello apuntala a su Estado títere de Israel, pero apenas puede
lidiar entre los conflictos que se desatan entre sus socios regionales: turcos
y saudíes, cristianos y musulmanes, judíos sionistas y antisionistas, burguesía
nacionalista y oligárquica, terroristas y antiterroristas. A EE.UU. se le vuelve
muy difícil seguir interpretando el papel de víctima y de verdugo en dos
tiempos distintos, de justiciero y de tirano, queda claro que el mismo que pone
bombas, el mismo que envía armas y entrena a los terroristas es el que luego
quiere aparecer como justiciero y vengador de la humanidad. Es EE.UU. el
terrorista, es EE.UU. el delincuente internacional, es EE.UU. el jefe del
crimen organizado, de la diplomacia de la fuerza, es el Imperio global del
cinismo.
No tenemos ninguna duda de que Siria vencerá,
como tampoco tenemos ninguna duda de que los pueblos árabes lograrán de una vez
por todas vencer sobre el sionismo, es cuestión de tiempo, es una ley
inexorable que el imperio decadente del dólar no puede evitar, por más que
compre voluntades y confunda las conciencias con su propaganda de guerra.
El tiempo del Imperialismo toca a su fin, y
el tiempo del Capitalismo también toca a su fin. Mientras los medios de
comunicación occidentales siguen devolviendo su basura fascista
neocolonialista, los pueblos de Europa y de Norteamérica ya han llegado a la
conclusión de que con el capitalismo no se puede seguir, que no es un modelo de
civilización, ni social, ni psicológica, ni ecológica, ni éticamente
sostenible, los pueblos de Europa y de Norteamérica se han vuelto
anti-capitalistas, y ya están tomando las calles de sus ciudades, como han
hecho las masas árabes y antes las masas latinoamericanas, para dejarles claro
a sus políticos que quieren una alternativa al capitalismo, que su modelo no es
el capitalismo.
Las masas latinoamericanas enseñaron el
camino a comienzos del Siglo XXI, las masas árabes han recorrido después ese
camino, y las masas del Occidente en crisis están empezando a recorrer ese
camino. El camino que lleva a la verdadera democracia, a la verdadera libertad,
al verdadero socialismo y no a sus pastiches con los que la propaganda de los
medios de comunicación trata de hacer volver al pueblo al redil del
liberalismo, del voto cada x tiempo y de levantarse temprano por la mañana para
trabajar esperando que la jubilación llegué, al menos, para poder comer. Ese
modelo, que es el de la barbarie, es el que ya han dicho las masas populares en
Occidente que no quieren, aunque “sus” políticos sigan sin escucharlas… Las
masas populares quieren algo más, y el capitalismo sólo puede ofrecerlas algo
menos.
Queremos expresar nuestra solidaridad
incondicional con el movimiento civil “Tamarod” (Rebelión) de Egipto, con la
UGTT y el movimiento sindical tunecino, con el Movimiento Nacional Popular de
Libia, con el Frente Popular para el Cambio y la Liberación de Siria, con
Hezbollah y las milicias populares de Líbano, con el Partido de la Reforma
Democrática y el baasismo iraquí panarabista y anti-wahabita, con el FPLP y las
milicias populares palestinas, con el Movimiento Popular de Jordania y con el
movimiento democrático de Bahréin.
Hay un Mundo que está por ganar, y para ello
antes hay que acabar con el Capitalismo.
¡¡Viva
el Socialismo!!
¡¡Abajo
el Imperialismo y el Capitalismo!!
¡¡Por
la Segunda y Definitiva Independencia!!
29 de agosto de 2013
Plataforma No a la Guerra Imperialista
(Madrid) – Frente Anti-Imperialista, Anti-Capitalista y Anti-Sionista (Estado
Español)
No hay comentarios:
Publicar un comentario