Mario Draghi, con tal de salvar el euro y la economía alemana, entre otras privilegiadas, declara su disposición a la compra de deuda pública española sin límites. El gobierno español tendrá que solicitar la acción bajo un control superior de la Comisión Europea, es decir, de la supervisión del déficit público y los recortes necesarios así como subidas de impuestos al antojo de los mandamases de Frankfurt y Bruselas. Hay salvar a la moneda única, de los seres humanos ni se habla.
Para más inri este hecho no se considera un rescate total, es decir, que la decisión del gobierno de Rajoy, aún no tomada, supondría a los españoles una carga aún mayor. Mas volviendo a la raíz del problema, ya se cuentan 100.000 millones para los bancos y ahora queda por rescatar a la clase política y a los partidos, los verdaderos beneficiados de la farsa democrática en los países occidentales. Hace meses Montoro decía en el congreso que no había fondos para pagar los salarios públicos. Con este rescate encubierto por parte del BCE los posibles problemas se han resuelto, la prima de riesgo baja, la bolsa se dispara y todos contentos, entre ellos el Sr Rajoy que recibe en Moncloa la visita de nada menos que Ángela Merkel, su más fiel aliada, admiradora y beneficiada con toda esta comedia de la solidaridad a la europea en el siglo XXI.
Así la fiesta se queda en el PP y la Moncloa, mientras a los ciudadanos se tocará seguir sufriendo las consecuencias de estos ineptos. La partitocracia (ojo no democracia) es la esencia del modelo que llaman post-moderno. Está claro que el sistema trata de protegerse a costa de los mismos, mientras los privilegios de la clase política empiezan a recordar a los de la aristocracia antes de la revolución francesa.
Europa sigue su estela, Europa no ha despertado de la herencia del siglo XIX y esta decisión del BCE es el mejor de los ejemplos.
ÁNGEL VILVOORD.
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