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lunes, 25 de marzo de 2013

El ataque al USS Liberty

Por qué EE.UU. no debe seguir la política de apaciguamiento de Romney hacia Israel: El ataque al USS Liberty


Se dio la orden y despegaron varios aviones de combate del portaaviones norteamericano USS Saratoga, pero los aviones americanos nunca llegaron para defender al USS Liberty aquel 8 de junio de 1967 por la tarde.

defraudingamerica.com / 1967 USS Liberty / RT
La razón, según se dijo, fue que el entonces secretario de Defensa americano, Robert McNamara, al supuestamente no saber la nacionalidad de los atacantes y no queriendo involucrar a los EE.UU. en una contra la Unión Soviética de haber sido de esta potencia los aviones agresores, ordenó a que los aviones estadounidenses regresaran al Saratoga minutos después de haber despegado. McNamara había servido antes como secretario de Defensa bajo el Presidente John F. Kennedy, estando en junio de 1967 en el gabinete del presidente Lyndon B. Johnson, también del Partido Demócrata.
Tras el ataque aéreo de 25 minutos israelí, las cubiertas del Liberty estaban bañadas en sangre, habiendo sido muertos 9 miembros de la tripulación y heridos seriamente más de 40, la mayor parte muchachos de 18, 19 y 20 años. De acuerdo con uno de los tripulantes del barco, hubo entre 30 y 40 mesas que se habilitaron para acostar encima a los oficiales y marineros heridos en el ataque aéreo sorpresa. Imagínense si Irán hubiese hecho un ataque similar. Díganselo a los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado de EE.UU. de los dos partidos políticos dominantes, que claman contra este país verbalmente y por escrito y que aprueban sanciones incapacitantes para destruir su economía, pero que han callado y callan acerca del Liberty. ¡Qué patriotas!
Pero allí no se acabó el sufrimiento ni la carnicería de los miembros de la tripulación del Liberty, navío que originalmente tenía más de 7.800 toneladas de desplazamiento. Unos momentos después del cese del ataque aéreo, tres lanchas torpederas israelíes se acercaron en formación, disparando con sus cañones contra todo aquel que se movía sobre la cubierta del Liberty, que seguía enarbolando la bandera de gran tamaño de EE.UU. Los tiros de los cañones ligeros de las torpederas israelíes penetraban el casco del barco americano como si estuviese hecho de cartón, según uno de los marineros americanos. Mientras tanto, el capitán del Liberty, William L. McGonagle, ordenó a un marinero que operase la única ametralladora defensiva que le quedaba en uso al barco, localizada en la proa, pero al darse cuenta McGonagle de que las lanchas torpederas eran israelíes por estas enarbolar sus banderas nacionales navales, ordenó el cese de fuego con la ametralladora. El capitán americano ordenó a otro de sus hombres que enviase señales con reflector y código morse, repitiendo “USS Liberty”, “U.S. Navy ship” (“Barco de la Armada de EE.UU.”), pero todo fue en vano, pues los israelíes les seguían disparando.
En eso, se anuncia a la tripulación que se preparen para soportar un ataque de torpedos en el lado de estribor (derecho) del barco, habiendo disparado las tres lanchas torpederas israelíes cinco torpedos. Las lanchas torpederas llevarían un máximo de dos torpedos por unidad. Un torpedo israelí alcanzó al Liberty por la mitad, abriendo un boquete de 40 pies o más de12 metros, impactando la cámara con los operadores de los equipos de recolección de inteligencia. El agua inmediatamente empezó a inundar el compartimento del buque, pudiendo escapar unos 50-60 tripulantes pero dejando atrás a 25 de sus compañeros que murieron en el ataque de torpedo israelí. Tras el impacto del torpedo, el barco perdió la electricidad y quedó parado en seco en el mar. En eso, las tres torpederas israelíes se acercaron a tan solo 50 pies (unos 15 metros) de distancia del Liberty, navegando alrededor del buque seriamente averiado y disparando no solo contra todo lo que se movía en su cubierta sino también contra las tres balsas salvavidas que los marineros americanos lanzaron por la popa del barco americano y que este arrastraba. Dos de esas balsas fueron hechas pedazos y hundidas por los cañones y ametralladoras de las lanchas israelíes, una de las cuales capturó la tercera balsa cuyo soga que la asía al Liberty había sido cortada, sacándola del agua. Era obvio que no querían los atacantes que hubiese ningún superviviente y que esperaban que el barco se hundiese por el torpedo que le impactó con toda su tripulación. Pero el torpedo impactó una viga estructural del Liberty y por eso el daño sufrido no fue catastrófico, no hundiéndose por ello. El ataque de las lanchas torpederas duró unos 40 minutos.
Desde el comienzo del ataque aéreo hasta el final del ataque de las lanchas torpederas transcurrió una hora y 15 minutos. El Liberty sufrió 34 muertos y 171 heridos y más de 800 agujeros producto de los impactos de cohete y cañón. Tras finalizar el ataque naval se acercó un helicóptero de transporte militar israelí, con artilleros en las ametralladoras de las puertas laterales de la aeronave. Sobrevoló al Liberty de cerca por unos minutos pero no se comunicó con este, dejando la escena del ataque momentos después.
Pasó una hora en que la tripulación del Liberty reparó el equipo de radio averiado y el sistema de propulsión del barco. A las 4:15 PM el Liberty pudo enviar un mensaje a la VI Flota estadounidense pidiendo ayuda y diciendo que estaba siendo atacado por los israelíes, mensaje sin cifrar, en canales abiertos que los israelíes habrían podido escuchar. Y así, tan solo momentos después de que el Liberty pudiera enviar su mensaje en que informaba que las fuerzas israelíes habían llevado a cabo el ataque que había sufrido, el Gobierno de se comunicó inmediatamente con el presidente Johnson para informarle de que había atacado al barco americano pero que ese ataque había sido, según el History Channel, un “trágico error”.
En su documental el History Channel reportó que para las 11 de la mañana, hora de Washington DC, del día 8 de junio de 1967 el Gobierno del presidente Johnson sabía que los israelíes habían atacado al Liberty, recibiendo durante todo el día disculpas de líderes y políticos israelíes tratando de excusar acto de agresión tan flagrante, diciendo que fue todo un error. Posteriormente en supuestas investigaciones israelíes del ataque al Liberty, investigaciones que todas exoneraban a Israel de haber llevado a cabo el ataque intencionalmente, vinieron con excusas como que los pilotos de combate israelíes no habían visto ninguna bandera americana en el barco —falso testimonio, pues los marineros izaron una bandera cuatro veces más grande que la oficial a comienzos del ataque y después de que la bandera reglamentaria fuera derribada por el fuego de los aviones atacantes, estando la bandera de mayor tamaño flameando durante todo el ataque israelí—.
Durante la Guerra de los Seis Días, Rabín fue jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas israelíes, habiendo advertido al agregado naval estadounidense en Tel Aviv que Israel hundiría todo buque no identificado ante sus costas y que los EE.UU. debían mantener sus navíos fuera de dichas costas o informar a Israel de su localización. EE.UU. no informó a los israelíes sobre la presencia, misión ni posición del Liberty.
Otra excusa fue que el Liberty había sido confundido con un barco egipcio cuyo nombre proporcionaron, el Al Qasr, diciendo que sospechaban que dicha nave había estado bombardeando las posiciones israelíes en la ciudad por ellos capturada de El Arish. El problema es que el barco egipcio que los israelíes mencionaron, el Al Qasr, como si se tratara de un barco de guerra armado que —según ellos— sospechaban les había atacado horas antes de que el Liberty fuese agredido, era realmente un viejo barco de carga que estaba en Alejandría sin funcionar y esperando a ser desguazado para chatarra. Otro falso testimonio era el decir que una vez que los israelíes se dieron cuenta de que el Liberty izaba la bandera americana —contradiciendo su versión de que no tenía ninguna bandera— entonces dejaron de disparar, lo cual no cuadra con el testimonio de los marineros del Liberty, que afirman que fueron atacados 40 minutos por las lanchas torpederas israelíes cuando ondeaba la bandera americana de gran tamaño. Los israelíes dijeron después que al percatarse sus lanchas torpederas de que el Liberty era un barco americano, dejaron de disparar y trataron de rescatar a la tripulación, lo que es también falso testimonio, pues los tripulantes del barco americano afirman que tras lanzar su ataque de torpedos las lanchas torpederas israelíes disparaban a todo el que estaba sobre cubierta y dispararon contra las balsas salvavidas. Otra excusa fue que el Liberty estaba en aguas en disputa por la Guerra de los Seis Día, lo que es falso porque el barco navegaba en aguas internacionales al ser atacado.
¿Y cuál habría sido el motivo del ataque israelí? Una teoría es que los israelíes se preparaban para invadir los Altos del Golán de romperse el cese al fuego que estaba siendo negociado y que fue acordado por mediación de la ONU entre Siria e Israel un día después del ataque al Liberty, el 9 de junio. Al no estar el buque espía americano operacional por estar sus sofisticados equipos de recolección de inteligencia destruidos y al estar navegando a duras penas alejándose de la zona de conflicto rumbo a Malta, no estaba disponible para interceptar las comunicaciones israelíes y ponerlos en evidencia, pues al romperse el cese al fuego el mismo 9 de junio los israelíes aprovecharon para invadir y ocupar los Altos del Golán. Sus fuerzas mecanizadas estaban listas para ello. El ataque habría sido además un acto de venganza y castigo contra los EE.UU. por atreverse a desplegar sin permiso de Israel un buque espía americano visto por Tel Aviv como dirigido a espiar también a las fuerzas israelíes en una zona de guerra. Tras el ataque la cobertura oficial de la Administración Johnson no se hizo esperar. Se le prohibió a la tripulación del Liberty hablar del asunto con nadie, so pena de ser sometidos a consejo de guerra. Los daños del Liberty fueron todos cubiertos y reparados antes de volver de Malta a EE.UU., destruyéndose la evidencia del ataque. Tres años después en 1970 el Liberty fue vendido como chatarra. La prensa norteamericana solo cubrió la historia cuatro días según un marinero del Liberty. Nunca hubo una investigación del Congreso de EE.UU. sobre el ataque, una y otra vez rehusando las peticiones de los supervivientes del Liberty de que se investigase el suceso. Y el capitán McGonagle, herido seriamente en una pierna y sin abandonar su puesto de mando durante el ataque, recibió la Medalla de Honor del Congreso pero a escondidas y no de manos del presidente. Realmente, da la impresión de que hay políticos y observadores americanos que se deben más a Israel que a EE.UU. ¿Patriotas ellos? Remember the Liberty!
Fuente: Actualidad.RT.com / Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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