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martes, 21 de agosto de 2007
¿Corrupción en el sistema o sistema corrupto?
Autor : Miguel Jiménez
El Mlilitante
Los robos, el trapicheo, el “timo de la estampita” (ahí tenemos a Forum Filatélico y AFIMSA) se multiplican exponencialmente en las épocas de crecimiento económico, creándose a veces burbujas especulativas de diferente tipo que pueden afectar a la economía. El último informe de la Asociación Hipotecaria Española (28/6/06) ha dejado claro que el actual boom inmobiliario crea riesgos serios para la economía española y ha reclamado cautela ante los que apuestan por el crecimiento descontrolado del sector. El propio Banco de España instó recientemente a la Banca a que no invirtiera en las inmobiliarias. Cuando emergen los aspectos más escandalosos de esta espiral especulativa se originan respuestas como la magnífica manifestación de Marbella de finales de marzo y las de los afectados por el escándalo de los sellos. Por esto, los sectores ligados a la burguesía más seria lanzan un mensaje: “para robar hay que tener cuidado, no se puede ser tan descarado” y proceden a cortar unas pocas cabezas, aunque en lo esencial todo siga igual.
La lista de los detenidos en esta segunda fase de la Operación Malaya abarca, entre otros, a los propietarios o directivos de las principales constructoras de Córdoba (Arenal 2000), Granada (Ávila Rojas) y Málaga (Aifos). Con los datos que ha publicado la propia prensa burguesa se puede afirmar, tal como hemos explicado siempre, que elementos como Gil, Roca, muchos otros que hubo y muchos otros que vendrán, son meros testaferros del poder económico. Podemos decir que hay suficientes elementos sobre la mesa como para que se pudiera encausar legalmente a una buena parte de los alcaldes o ex alcaldes de la Costa del Sol y de otras zonas. Pero, como hemos afirmado antes, el origen de toda la trama corrupta (más bien habría que decir de las tramas que se entrecruzan) tiene su fundamento en el ansia de dinero de unos pocos, una característica esencial del capitalismo.
Algunos discreparán con este punto de vista. Por ejemplo el presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores, en El País del 29/06/06, decía: “en Marbella había mucha gente que tenía 600 apartamentos para vender y que tenía encima una deuda con el banco. Que les concedieran una licencia era una verdadera cuestión de vida o muerte”. Trágico. Pobrecitos estos constructores. De todas formas “mucha gente con 600 apartamentos para vender” no es que hubiera en Marbella… Quizás le traicionó el subconsciente y en vez de “mucha gente” debería haber dicho “todos los constructores”. Quizás. De todas formas también es un pelín exagerado: cuestión de vida o muerte. Más bien debería ser cuestión de tamaño del palacio. Porque, con lo que nos estamos enterando últimamente... Resulta que Rafael Gómez, más conocido como Sandokán, propietario de Arenal 2000, una de las principales constructoras andaluzas, un holding empresarial con más de 20.000 trabajadores, tenía ¡una réplica de la Casa Blanca con su Despacho Oval y todo! Ahí es nada. Menos mal que el Roca se conformaba con tener tigres domesticados y unos pocos cuadros. El nivel de egocentrismo y divismo de estos elementos es tan despreciable como su tren de vida: timbas de póker de tres millones de euros, avenidas con su nombre en varios pueblos de la Costa del Sol, estatuas con su rostro como monumentos públicos, su rostro también en los billetes de entrada del Tívoli World…
La sombra de Marbella
es alargada
Desde estas páginas hemos avisado de que Marbella era tan sólo la punta del iceberg. El tal Sandokán, por ejemplo, tiene su red extendida por toda Andalucía (incluso el ayuntamiento de Córdoba, de Rosa Aguilar, en las filas de IU, le recalificó unos terrenos con unas naves industriales ya construidas, y otros terrenos más en la sierra de Córdoba). De hecho, dentro de lo que es la Costa del Sol, los principales centros de actividad de Sandokán fueron pueblos como Manilva, o sobre todo, Benalmádena (ambos con alcaldes “independientes”), no tanto Marbella.
Muchos de estos “honrados constructores” ya habían sido encausados y condenados en algunos casos. José Ávila Rojas construyó en el tardofranquismo miles de viviendas “para el pueblo”. Después de que se agrietaran se le conoce como Ávila Rajas. La constructora Aifos ha estado ligada a muchos eventos del PP, ha patrocinado el velero del heredero real y es conocida por vender sobre plano (como todas) con la salvedad de que tarda años en empezar la obra, para que el precio del suelo se revalorice aún más y así especular con el terreno mientras usa libremente las cuotas iniciales aportadas por los compradores. Tiene varios juicios pendientes en Málaga.
Podemos hacernos otras preguntas. A una empresa como Ávila Rojas, que estaba en casi quiebra técnica ¿quién le prestó miles de millones y en base a qué para que siguiera con sus negocios inmobiliarios? Sandokán, propietario de Arenal 2000, tiene otras empresas, por ejemplo Arenal Sur 21, participada por Cajasur la caja de ahorros dominada por el obispado de Córdoba, gracias a la dejación de IU y PSOE. Pues bien ¿cuántos créditos ha concedido Cajasur a Arenal 2000 o a Arenal Sur 21? ¿Los que les prestaron dinero no son partícipes de la trama, no sabían donde se iba a usar y de qué manera?
Es hora ya de que los partidos de izquierda denuncien este estado de cosas hasta sus últimos límites, persiguiendo la connivencia existente a la hora de vender una riqueza pública que es de todos (el suelo, la costa, parques municipales, el campo…) por cuatro duros, para mayor beneficio de unos pocos. El dinero incautado a todos estos ladrones debería ir a un Fondo Público que vaya a ayudar y fomentar el empleo de los trabajadores afectados por la crisis que provocan y provocarán estos elementos.
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