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jueves, 19 de noviembre de 2015

Nuevo informe sobre inversiones en armas nucleares

BBVA, Banco Santander, Banco Sabadell y Acciona financian con aproximadamente 4.651 millones de euros a 26 compañías productoras de armas nucleares. Con tu dinero... (ahorros, depósitos, pensiones, domiciliaciones, tarjetas, seguros...). El ahorro y el interés, parten aquí.


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Esta es la conclusión que se extrae del último informe Don’t Bank on the Bomb que lleva a cabo PAX, organización con la que el Centro Delàs colabora en la difusión de los datos de ámbito español. Don’t Bank on the Bomb es un estudio internacional que desde 2011 denuncia la relación financiera que existe entre las empresas productoras de armamento nuclear y las entidades financieras. En el caso de España, en el informe de 2015, BBVA, Banco Santander, Banco Sabadell y Acciona aparecen como las 4 entidades financieras involucradas directamente en la financiación para la fabricación, mantenimiento y reparación del arsenal nuclear mundial. Su colaboración se basa en la participación en préstamos sindicados a estas empresas del sector armamentístico nuclear, así como en la emisión de bonos y en la gestión de acciones de las mismas.

BBVA aparece en el informe de Don’t Bank on the Bomb como la institución financiera que más relación tiene con las empresas de armamento nuclear por 3.171 millones de Dólares (2.820 M €). Es así como su actividad de financiación se desarrolla tanto en la participación activa en préstamos sindicados, como en la emisión de bonos. Desde el año 2012 hasta la actualidad, BBVA ha dado créditos a empresas de armamento nuclear por un valor aproximado de  2.776 millones de dólares. De esta manera, vemos como el BBVA colabora en dos de los tres préstamos que se otorgaron a la empresa norteamericana Boeing. Boeing es una empresa que abastece, repara y realiza el mantenimiento, tanto en el ejército americano como en el ejército británico, de misiles Trident II-D5. Se trata de misiles balísticos intercontinentales para submarinos M51, siendo capaz, cada misil, de lanzar 12 cabezas nucleares a 12 objetivos distintos. BBVA también mantiene 3 préstamos que se otorgaron a la empresa Finmeccanica. Finmeccanica centra parte de su actividad económica en el diseño y el desarrollo de vehículos de transporte para los misiles Minuteman III. Jacobs Engineering, otra empresa del sector nuclear,  también se beneficia de la financiación del BBVA con dos préstamos. Se trata de una de las empresas inversoras en el AWE-ML, acrónimo de la corporación Atomic Weapons Establishment, es decir, las instalaciones que mantiene el gobierno del Reino Unido  y que son responsables de la fabricación del arsenal atómico del ejército inglés. Su actividad se centra especialmente en la construcción de misiles Trident III. Junto a estas empresas, otras, como  Badcock & Wilcox, General Dynamics o Thales también se han beneficiado y se siguen beneficiando de préstamos del BBVA para desarrollar su actividad de fabricación de armas nucleares.

Igualmente el BBVA participa en la emisión de bonos de entre 8 y 80 millones de dólares a empresas como Aecom, parte activa en el mantenimiento de la infraestructura de Nevada National Security Site, un complejo clave en EEUU para la producción de armas nucleares. Al igual que con otras empresas como, por ejemplo,  Airbus Grup o Honeywell International especializadas en la fabricación de submarinos-lanzadera M51 así como en los circuitos de los misiles Trident II.

El Banco Santander también colabora en la financiación de armas nucleares con la concesión de préstamos y con la emisión de bonos por un total de 1.675 millones de dólares (1.490 M €). El Banco Santander mantiene préstamos desde el año 2012 hasta la actualidad por un total aproximado de 1.441 millones de dólares. Uno de los clientes del Banco Santander es Safran, empresa francesa que desarrolla submarinos M51 para el trasporte y el lanzamiento de misiles de cabezas nucleares. De la misma manera, empresas americanas -como es el caso de Fluor- también reciben líneas de crédito del Banco Santander. Fluor gestiona una parte importante de las operaciones del US Departament of Energy’s Savannah River Site y del Savannah River National Laboratory. Estos son algunos de los 15 préstamos sindicados en los que participa el Banco Santander con aportaciones  entre 35 y 191 millones de dólares de estos préstamos que superan los 4.000 millones de dólares en algunos casos. Además, el Banco Santander emite bonos por valor de 234 millones de euros desde enero de 2012 hasta la actualidad a empresas como Airbus Grup, Finmeccanica o Boeing.

El Banco Sabadell se suma también al negocio de la financiación a empresas de armamento nuclear con una financiación aproximada de 29 millones de dólares (26 M €). El Banco Sabadell Participa con 17 y 12 millones de dólares en dos préstamos sindicados de 1.010 y 700 millones de dólares otorgados a la empresa Orbital ATK. Esta empresa estadounidense centra parte de su actividad en la construcción de cohetes de propulsión de los misiles Trident II. Igualmente, Orbital ATK es el responsable de la construcción de los tres motores de combustible sólido de los misiles Minuteman III. Además, está involucrada en la gestión del Y-12 National Security Complex en Tennessee, centro de investigación nuclear de los Estados Unidos.

Finalmente, Acciona una de las principales empresas españolas líder en la promoción y gestión de infraestructuras y energías renovables, también contribuye activamente en la proliferación de arsenal nuclear con 354 millones de dólares (315 M  €). Acciona es propietaria o gestiona el 2,72 % del valor total de las acciones de Thales, una de las principales empresas armamentísticas que abastecen, entre otros, al ejército francés. Gestionar parte de las acciones de Thales comporta participar en una empresa que desarrolla la construcción de submarinos M51 con capacidad para transportar y lanzar misiles nucleares tipo Trident II, III y Minuteman II y III.

La importancia de la financiación para el complejo militar-industrial es vital. Sin financiación, las empresas de armas nucleares se verían obligadas a reducir su producción.  Por esta razón es indiscutible la necesidad de establecer límites éticos a la financiación y gestión de bancos y empresas.

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