Esos que compraron a los políticos con sobres, con maletines, esos poderosos cuya maldita codicia corrompen las sociedades hasta la médula, esos que compran hasta la voluntad de cáritas y otros defensores de los pobres con inmensas donaciones, esos que nos hacen competir en una carrera hacia la esclavitud para ser tan competitivos como los esclavos de países emergentes, esos que corrompen los gobiernos de los emergentes para quedarse con sus riquezas y que sus pueblos no prosperen.
Y no me refiero a los empresarios, que los hay ejemplares y deben ser retribuidos extraordinariamente si su contribución al bien común es extraordinaria, sino que me refiero a los corruptores.
¿Nadie habla de ellos?
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