El poderoso ha dividido al pueblo en tres partes:

Los PROTEGIDOS del sistema, casta de políticos, sindicatos, patronal, iglesia, funcionarios y jubilados.
Los TRABAJADORES del sistema, con empleos en transición a la neoesclavitud.
Los EXCLUIDOS del sistema, neoesclavos, parados, enfermos, inmigrantes.
En tres patas se sostiene el tablero de su poder, pero para conservar el equilibrio es importante mantener las patas separadas, bien divididas, no sea que se acerquen mucho y el tablero se caiga.
Aunque sabe el poderoso que en cuanto se acerquen los trabajadores a la miseria excluyente el tablero caerá... no les importa, se creen todopoderosos perpetuando nuestra división.