Una piedra perteneciente a un broche del tesoro de Tutankhamon ha proporcionado evidencias de un impacto de un cometa contra la atmósfera terrestre. Este hallazgo podría aportar nuevas pistas sobre la formación del Sistema Solar.
Los análisis, dados a conocer en la revista Earth and Planetary Science Letters, revelan que el cometa entró en la atmósfera sobre Egipto hace alrededor de 28 millones de años y explotó, calentando la arena a una temperatura de aproximadamente 2.000 grados centígrados. De este evento nació una enorme cantidad de vidrio de sílice de color amarillo, que los expertos llaman vidrio del desierto de Libia y que se lleva estudiando desde hace años.
Uno de estos cristales, pulido por joyeros antiguos y deformado hasta conseguir la forma de un escarabajo, se encuentra en una de las joyas pertenecientes a Tutankhamon. Al estudiarlo, Jan Kramer, investigador de la Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica), ha detectado que se trata del primer espécimen conocido de un núcleo de un cometa.
Por otro lado, todo apunta a que la explosión produjo diamantes microscópicos. "Los diamantes se producen a partir de material de soporte de carbono. Normalmente se forman en las profundidades de la Tierra, donde la presión es alta, pero también se puede generar una presión muy alta con un choque. Parte del cometa impactó y el choque del impacto produjo los diamantes", ha explicado Kramer.
"La NASA y la ESA gastan miles de millones de dólares recogiendo unos pocos de microgramos de material cometa y traerlo de vuelta a la Tierra, y ahora tenemos un nuevo enfoque para poder estudiar este material sin tener que gastar miles de millones de dólares en su recolección", subraya el investigador.
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