En
esta ocasión os traemos un ranking especial y extremadamente atractivo,
a la vez que no carente de polémica. Se trata de una lista de los diez
objetos más extraños o fuera del tiempo. Conocidos como “Oopart” estos
objetos han aparecido por todas partes del planeta desafiando la
historia tal y como la conocemos hoy en día. Muchos de estos objetos
pueden ser explicados, pero otros se mantienen aun entre la duda y el
desconcierto para los científicos. Esta lista la componen sólo diez de
estos objetos que se cuentan por decenas en todo el mundo. En una
próxima entrega, haremos otra lista relacionada pero que haga referencia
a los 10 Ooparts falsos o explicados. Espero que esta la disfruten.
10. El minitúnel de Noruega
Los
descubridores de este hallazgo fueron Buddy Broyt y Ole Gunnar Krovel
mientras realizaban una excavación en Noruega bajo las órdenes de la
empresa KA Aurstad Volda para la construcción de un Centro
Quiropráctico. La excavación se realizaba cerca de un acantilado de
piedra sólida. Cuando estaban a varios metros de profundidad y al
retirar sedimento suelo, Krovel, se encontró con un desconcertante
agujero en forma de estrella de siete puntas y unos 6 cm de diámetros,
además de muy suave y pulido. Extrañado Krovel retiro cuatro metros de
roca para saber donde acababa el agujero pero sorprendido observó que el
extraño agujero se adentraba en las montañas de los fiordos del
Noroeste. En la opinión de este experto excavador en sus más de 30 años
de profesión nunca antes había visto algo parecido.
Los
responsables de la obra nunca pudieron dar una explicación a la
presencia del agujero y otros geólogos de la región como Einar Anda, no
pueden más que mostrar su perplejidad ante el asunto y que produjo el
enigmático y diminuto túnel.
Hasta el momento se han establecido tres explicaciones posibles, y ninguna de ellas definitiva:
Cristales:
Aduce que el agujero estaba compuesto probablemente por un cristal que
fue disuelto por el agua durante miles de años y el agujero se formo por
una espectacular coincidencia del azar. En contra tenernos que el
agujero se adentra en la montaña de forma recta y luego se desvía a la
derecha de manera intencionada.
Artificial:
El agujero se produjo en 1930 cuando se uso la zona como una cantera.
Al parecer hay martillos neumáticos que utilizan seis piezas unidas de
broca que pudieron ser montadas de forma horizontal formando así el
agujero. De esta manera un taladro que gira y martilla con seis puntas,
puede dejar esa forma. En contra tenemos la longitud del agujero que es
imposible para cualquier herramienta de este tipo.
Civilización:
Esta teoría postula que una antigua civilización desaparecida pero
avanzada creo y fue el elaborador del agujero. En contra aparte de ser
muy imaginativa esta una pregunta básica ¿con que fin?
9. Tubos metálicos de Saint-Jean de Livet
Fue
en 1968 cuando Y. Druet y H. Salfati anunciaron el descubrimiento de
unos tubos metálicos semi-ovoides de idéntica forma pero de longitud
variante, en un lugar donde no debían esta, un estrato de tiza cretácea.
Ese estrato se localizo en una mina de Saint-Jean de Livet en Francia y
se calculo su antigüedad en la época de cretácico, hace 65 millones de
años.
La
información actual sobre los resultados de las investigaciones
realizadas por Universidades francesas es actualmente ambigua o
desconocida. Sin embargo no han aparecido tampoco pruebas en su contra.
8. Los esqueletos de Guadalupe
Estos
esqueletos son restos humanos encontrados en una isla de las Antillas,
pero con la peculiaridad de que fueron hallados en un estrato con una
datación geológica de al menos 28 millones de años, es decir de la época
del Mioceno, mucho antes de que los seres humanos modernos aparecieran
en la isla. Para muchos investigadores la datación no es correcta, pero
el debate sigue abierto.
Una
de las muestras extraídas de las costa de Guadalupe, cerca de la aldea
de Moule, fue una losa de piedra de unas dos toneladas de peso que fu
enviada al Museo Británico en 1812, donde fue expuesta al público, pero
con la llegada de la teoría de Darwin, la losa quedó relegada al sótano.
Una de las cosas a favor es que estos restos han sido estudiados de
forma científica y pueden seguir observándose hoy en el Museo Británico.
El problema es que estos esqueletos no encajan con la teoría de la
evolución, pues es imposible encontrar seres humanos modernos hace 28
millones de años. Sólo el estudio geológico o arqueológico podrá
demostrar si realmente el estrato donde se encontraron los esqueletos
pudieran no ser del Mioceno, cosa que no se ha logrado hasta ahora.
7. Las huellas fósiles de Meister
William
J. Meister estaba de expedición en Antelope Spring en 1968, un sitio
ubicado a casi 70 kilómetros de Delta, en el estado de Utah, Estados
Unidos de Norteamérica. Lo acompañaban sus esposa y dos hijas. Ya habían
encontrado varios fósiles pequeños cuando Meister golpeó con su
martillo de geólogo una losa de unos cinco centímetros de espesor,
partiéndola de plano en dos, como se abre un libro. Allí estaba la
huella.Como suele suceder en todo fósil que ha quedado atrapado en un
sedimento, ambos lados del bloque muestran la marca de una sandalia, una
en positivo y la otra en negativo, del tamaño normal de un pie humano.
Esta pisada es muy particular, porque ha aplastado bajo su suela ni más
ni menos que trilobites.
El
4 de Julio la muestra es enviada al Dr. Clarence Coombs de la
Universidad de Columbia y al geólogo Maurice Carlisle, de la Universidad
de Colorado. Carlisle se traslado al lugar del descubrimiento y excavo
en la zona y lego a la conclusión de que la zona de la extracción era
adecuada a la muestra y que desconcertantemente se establecía esa capa
en el periodo Cámbrico, entre 550 y 590 millones de años.
Meister
dio a conocer el extraño descubrimiento y todos coincidieron en que no
podía ser, que era imposible, algunos dijeron que la huella era un
ejemplo claro de extraña erosión y otros que era un simple y claro
fraude. Continua sin explicación.
6. La Lupa Egipcia de 4.800 años
Se
trata de un objeto realizado en cristal de roca encontrado en Heluan,
Egipto, concretamente en la tumba del faraón Semempses. El objeto se
considera actualmente como una lupa y está expuesto en el Museo
Británico. Es una lupa de perfección absoluta y se cree que se utilizaba
para observar el cielo, pero en lugar de ofrecer respuestas, ofrece
muchas preguntas.
Si
el faraón Semempses, llegó a idear instrumentos para ampliar la imagen
como en telescopios o microscopios, se trataría de una proeza increíble.
Y lo sería no sólo por la perfección que se necesita para conseguir una
lente operativa, sino también por lo necesario para pulir el cristal,
el oxido de cerio, que no se descubrió hasta 1803 por el alemán Jakos
Berzelius.
5. La copa de Hierro de Wilburton
Esta
pieza perfecta de metal fue descubierta en 1912 en una mina de
Wilburton, Oklahoma, por Frank J. Kennard, dentro de un bloque de
carbón. En una declaración jurada de Kennard el 27 de Noviembre de 1948,
el trabajador de la Benton Co, declaró al respecto: “Mientras estaba
trabajando en la planta eléctrica municipal Thomas, Oklahoma en 1912,
salió a la luz un trozo muy grande y furo de carbón que costaba
fragmentarse. Al partir el trozo de carbón con mi martillo, de su
interior cayo una especie de taza de metal, dejando un molde perfecto en
el carbón que lo albergaba”. Jim Stull, empleado de la empresa estaba
presente y corroboro el descubrimiento y la declaración de Kennard. El
trozo de carbón provenía de las minas de Wilburton en Oklahoma, las
cuales se sabe tiene una antigüedad estimada de 300 millones de años.
En
contra de este objeto tenemos varias cosa, una es la única evidencia
procede del testimonio de una persona y eso no tiene carácter
científico. El objeto está en la actualidad perdido y sólo Carl Baugh
vende copias perfectas del mismo, o al menos eso afirma. Incluso en este
sentido, de encontrarse de nuevo el objeto, se podría explicar como un
objeto moderno, pues hoy día sabemos que las minas de carbón están
llenas de charcos de de agua saturada, si alguien tira allí un objeto,
con el tiempo esa agua acaba endureciéndose y pasando a formar parte del
estrato en su aspecto exterior. En este caso, si se tuviera el objeto,
se podría realizar una sección transversal del mismo y estudiando las
capas bajo microscopio se podría saber si pertenece a la capa original o
si existe una segunda capa. De los 10 objetos este es el que más dudas
ofrece.
4. El Stegosaurio de Angkor
En
el complejo arqueológico de Angkor Wat (capital templo), próximo a la
ciudad de Siem Riep, se puede observar sobre uno de los muros la figura
labrada de un animal familiarmente conocida por los aficionados a los
dinosaurios, el Stegosaurio. El conjunto de construcciones se inició a
principios del siglo XII y no fue hasta bien entrado el siglo XVI que
Angkor Wat comenzó a caer en el más completo de los olvidos. No se
entiende como los antiguos pobladores de Angkor plasmaron la imagen de
un animal extinguido hace millones de años que solo la ciencia del siglo
XX ha logrado recuperar.
Los
magníficos templos de la selva de Camboya fueron construidos por la
civilización Khmer, siglos VIII al XIV de nuestra era, uno de los más
grandes constructores de este imperio fue Jayavarman VII, coronado rey
supremo en 1181. Muchas de sus construcciones fueron redescubiertas
siglos después y rehabilitadas, otras en cambio como en el caso del
templo de Ta Prohm, uno de los más pintorescos, se dejo intacto. En una
de las esquinas a la entrada del templo hay una columna cubierta con
círculos decorativos, en los que se puede apreciar la forma de
Stegosaurio. Cientos de círculos de piedra decorativa rodean el complejo
con animales conocidos como monos, venados, búfalos de agua, loros. Lo
extraño de todo esto es que los talladores de estos relieves del siglo X
reprodujeron Stegosaurios extintos hace más de 65 millones de años con
la misma precisión que los monos, búfalos, ciervos y otras especies
presentes en la época.
3. Nanotecnología en Los Urales
Entre
los años 1.991 y 1.993 mientras se hacían prospecciones para la
búsqueda de oro, en un área al este de los Urales junto a los ríos
Narada, Kozhim y Balbanyu, fueron apareciendo uno tras otro pequeños
objetos de escasos centímetros (0,003 milímetros los más pequeños), en
unos estratos geológicos situados entre los 3 y 12 metros de
profundidad, lo que permitió una datación posterior en función del nivel
en el que fueron encontrados que oscilaba entre los 20.000 y los
318.000 años.
El
análisis efectuado sobre estos objetos por la Academia de Ciencias de
Rusia en Syktyvka, capital de la antigua República Soviética de Komí,
determinó que la composición de estos objetos era variada. En los
objetos más grandes predominaba la presencia de cobre, mientras que en
los pequeños se encontraron la presencia de tungsteno y molibdeno. El
tungsteno tiene un alto peso atómico al igual que el molibdeno, con un
punto de fusión de 3.410 grados centígrados para el primero y de 2.650
para el segundo.
Sorprende
enormemente que el tamaño milimétrico de muchos de estos objetos exija
una tecnología muy desarrollada para su fabricación, que incluso hoy en
día esta en pleno proceso de desarrollo de lo que se ha dado en llamar
“nanomáquinas”, pequeños robots destinados a actuar allá donde la mano
del hombre es inoperante, como sería el caso de la microcirugía a nivel
cerebral o arriesgadas operaciones dentro de los vasos sanguíneos que no
son posibles de efectuar con las actuales técnicas quirúrgicas.
2. La Pila de Bagdad
En
1936, durante unas excavaciones en una colina de Kujut Rabua, una aldea
al sureste de Bagdad (Iraq), los trabajadores del Departamento Estatal
Iraquí del Ferrocarril descubrieron una vieja tumba cubierta con una
losa de piedra. Durante dos meses, el Departamento Iraquí de
Antigüedades extrajo de allí un total de 613 abalorios, figurillas de
arcilla, ladrillos cincelados y otras piezas. Fueron fechados en el
período de los partos (casi quinientos años entre 248 a. C. y
226 d. C.). También hallaron unos recipientes muy singulares de arcilla,
con forma de jarrón y de color amarillo claro. En su interior había un
cilindro de cobre, fijado con asfalto a la embocadura del cuello. Dentro
del cilindro había una vara de hierro.
El
recipiente medía 13 cm de alto por 4 cm de diámetro, mientras que el
cilindro de cobre medía 9 cm de alto por 2,6 cm de diámetro. La vara de
hierro sobresalía 1 centímetro y daba la impresión de haber estado
revestida de una fina capa de plomo.
En
ese año (1939), el arqueólogo alemán Wilhelm König, entonces a cargo
del Laboratorio del Museo Estatal de Bagdad, lo identificó como una
probable pila eléctrica. Describió su hallazgo en el 9 Jahre Irak,
publicado en Austria en 1940. El primer análisis de este objeto
consistió en introducir en su interior un electrolito, y conectarle una
lámpara, que se encendió muy débilmente. El informe oficial que se
redactó después decía que este objeto se comportaba exactamente igual
que una pila eléctrica moderna.
En contra:
El arqueólogo König no mostró con qué material se podrían haber unido
las “baterías”, ya que entre los miles de objetos arqueológicos
encontrados en Mesopotamia no había ningún objeto metálico transmisor de
la corriente eléctrica (como un alambre de hierro) de longitud
suficiente para unir varias de estas “pilas”. König sostuvo que el
objetivo de estas baterías era proporcionar la electricidad necesaria
para realizar galvanización con oro y plata (aunque hasta el momento no
se ha encontrado ningún objeto antiguo galvanizado).
Para
König y Gray no había nada más fácil que afirmar que estos recipientes
eran pilas. Sin embargo, la hipótesis de las pilas es insostenible: no
se encontraron restos, ni siquiera trazas, de ningún electrolito dentro
de los cilindros de cobre. Si estos recipientes se hubieran utilizado
como generadores de tensión, deberían haber contenido algún electrolito,
el cual, aunque hubiese pasado mucho tiempo, se habrían podido detectar
en la actualidad. Además, tampoco se encontró el alambre necesario para
hacer uso de las pilas.
El hecho de que al agregar sulfato de cobre como electrolito se haya generado una diferencia de potencial de 1,5 V,
no implica que realmente se hubiesen utilizado como baterías, ya que
cualquier otro recipiente que contenga dos metales puede generar una
tensión eléctrica mínima si se le agrega algún elemento electrolítico.
El experimento del ingeniero Willard Gray (galvanizar en dos horas una
estatuilla de plata con electrolito de zumo de uva) resultó ser falso.
La pila de Bagdad podría haber generado como máximo 10 mA. Entonces para depositar 10 g
de oro teóricamente serían necesarios casi 6 días de trabajo continuo
(y 10 días para depositar 10 g de plata). En la práctica este tiempo se
puede duplicar o triplicar.
Si
se agrega vino, vinagre u otro ácido, la varilla de hierro se
desintegraría en poco más de 1 año. No obstante esas varillas han
llegado hasta nuestros días, clara muestra que no se utilizó ese par
galvánico. Aquellos que consideran que este artefacto era efectivamente
una pila eléctrica, la califican de oopart (acrónimo en inglés de out of place artifact: artefacto fuera de lugar). Los escépticos en cambio piensan que el jarrón sólo servía para guardar pergaminos y cosméticos
Actualidad: El
11 de abril de 2003, durante la Invasión de Iraq, el Museo Nacional de
Iraq en Bagdad, fue asaltado y saqueado. Durante aproximadamente tres
días muchas de las piezas de incalculable valor histórico fueron
destruidas o robadas. Este es el caso de las “baterías de Bagdad”. Aunque
algunas versiones afirman que estas pudieron ser retiradas para su
protección por el mismo gobierno Irakí como medida de protección ante
los bombarderos, los más escépticos consideran que estas pasaron a
formar parte del tráfico ilegal de antigüedades mesopotámicas.
Actualmente se desconoce su paradero.
1. Mapa de Piri Reis
El mapa de Piri Reis
es una carta náutica elaborada supuestamente por el almirante otomano
Piri Reis en 1513 y publicada en 1523 como parte de su obra El libro de las materias marinas.
Aunque Piri Reis vivió en un tiempo anterior, se suele decir que dibujó
los mapas posteriormente al “descubrimiento de America” …aunque bien es
cierto que la fecha de su creación fue en el mismo siglo de los viajes
de Colón, Piri Reis se basó en mapas con antigüedad de 1500 años, de la
era de Alejandro.
Colón
y su tripulación bien pudieron haber navegado sabiendo perfectamente
hacia qué lugar se dirigían utilizando los mapas del otomano, ya que hay
ciertos hechos que vinculan a Cristobal Colón con Piri Reis. Por
contener aparentes representaciones de tierras entonces desconocidas y a
raíz de los propios escritos de Reis indicando que sus fuentes habían
sido “los antiguos reyes del mar”, ha suscitado gran interés como enigma y se le suele considerar un oopart. El original se conserva en el Museo Topkapi Sarayi de Estambul pero no suele estar expuesto al público.
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