Por Wayne Madsen
El Presidente Obama postuló a su cargo en 2008 con la promesa de que iba a cerrar el centro de detención de la base naval de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo. Hace muy poco, Obama desechó definitivamente sus palabras al clausurar una oficina del Departamento de Estado encargada de cerrar campos de detención.
Poco después de que Obama jurara por un segundo término, el Departamento de Estado anunció que el enviado especial para cerrar Guantánamo, Daniel Fried, había sido reasignado y que no habría reemplazo para llenar el puesto. Empeorando la situación, la administración Obama nombró a Fried como jefe de políticas de sanciones de Estados Unidos, entre las que se incluye el bloqueo económico de más de cinco décadas a Cuba.
Obama claramente tiene otros planes para Guantánamo, planes que no tienen nada que ver con terminar el vergonzoso legado americano en la mantención del gulag tropical del Caribe.
La administración Obama pronostica un cambio político hacia Cuba durante su segundo término. Al igual que Estados Unidos usó sus bases en la Alemania Occidental y Berlín Occidental para facilitar la absorción de Alemania Oriental y otras naciones europeas orientales, ahora ve a Guantánamo como una pieza clave dentro de Cuba para transformar la isla socialista y devolverla a una “república bananera”, de igual forma como hizo con Honduras, Panamá, Paraguay y Guatemala.
Es por esa razón que Estados Unidos ha mantenido su posesión ilegal de la Bahía de Guantánamo por más de una década. Para Estados Unidos, Guantánamo o “Gitmo”, como se le conoce en el Ejército, es una base del imperialismo estadounidense en el Caribe y, más ampliamente, en América Latina.
Cuando Cuba se convierta en un lugar apacible para “defensores de la democracia” financiados por George Soros y otros benefactores vinculados a la CIA, la base de Guantánamo será un punto central para la difusión de propaganda estadounidense que será utilizada para degradar al gobierno de Fidel y Raúl Castro. La misma “guerra de información” anti-comunista usada contra el presidente de Serbia, Slobodon Milosevic, será utilizada por activistas cubanos “democráticos” financiados por Estados Unidos.
Obama no ha demostrado ninguna señal de querer relajar las sanciones impuestas a los estadounidenses no-cubanos que viajan a Cuba. Esto permite que el viaje a Cuba esté solamente bajo el dominio de la comunidad cubano-estadounidense derechista, la cual protege estrechamente su acceso exclusivo a la isla ayudando a encender la oposición anti-comunista contra los Castro.
Para asistir a la comunidad están dos senadores republicanos cubano-estadounidenses: Marco Rubio de Florida y el ciudadano cubano-canadiense-estadounidense Ted Cruz de Texas. Irónicamente, ambos ganaron poder a través del Tea Party ultra-nacionalista estadounidense, cuando en realidad, desde siempre, el principal propósito de Rubio y Cruz era deponer al gobierno cubano y reemplazarlo por un régimen corporativo-fascista del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización de Estados Americanos liderada por EEUU.
Rubio y Cruz son asistidos en sus actividades subversivas contra Cuba por el senador demócrata de New Jersey, Robert Menéndez, y los representantes republicanos de Florida, Ileana Ros-Lehtinen (quien, como descendiente de una familia cubana-judía, también sirve para impulsar un apoyo a las actividades anti-castristas por parte del lobby israelí en Washington), y Mario Diaz Balart, al igual que el representante demócrata de New Jersey, Albio Sires.
Cuba es el caldo de cultivo para las acciones desestabilizadoras de Gene Sharp, estratega de golpes de Estado de la CIA, y organizaciones no-gubernamentales de intercambio de inteligencia de Soros como Human Rights Watch y el movimiento de oposición cubano “Damas de Blanco”. El uso de colores como símbolos de revoluciones controladas son una herramienta favorita de Sharp y Soros, según lo visto por el uso del anaranjado en la rebelión de Ucrania, púrpura en Kyrgyzstán y verde en Irán.
En diciembre de 2009, Alan Gross, un empleado estadounidense de Development Alternatives, Inc (DAI), un contratista de la U.S. Agency for International Development (USAID), fue arrestado en el aeropuerto de La Habana. DAI empleó en el pasado a Stanley Ann Dunham Sutoro, madre del presidente Obama, en sospechosos proyectos de sociología en Indonesia a inicios de los ochenta. USAID ya había iniciado un programa de cambio de régimen en Cuba y Gross estaba siendo financiado por dinero destinado al derrocamiento del gobierno de Castro. Gross había sido un especialista en el sabotaje de emisoras estatales en Irak y Afganistán. Las autoridades cubanas descubrieron que Gross había instalado un satélite y otros equipos de comunicación para la pequeña comunidad judía de Cuba, conformada por cerca de 2000 personas.
El gobierno cubano acusó a Gross de espionaje y una corte cubana lo encontró culpable de los cargos. Hubo llamadas inmediatas de cubanos anti-castristas en Estados Unidos, incluyendo a Ros-Lehtinen, solicitando la liberación de Gross. Cuba parecía estar preparada para embestir a Gross por el arresto de cinco agentes cubanos en 1988, cuya finalidad era seguir a terroristas anti-castristas en Florida del sur. Muchos de estos terroristas estaban directamente vinculados a Ros-Lehtinen y Diaz-Balart.
La administración Obama hizo lo suyo con los “Cuban Five”, sin siquiera permitir a uno de ellos, René González, regresar a Cuba luego ser liberado de prisión.
Obama pretende usar Guantánamo como una base para infiltrar a cubano-americanos en Cuba luego de la esperada caída del actual gobierno. Bajo extrema presión del contingente cubano en el Congreso, Estados Unidos quiere enviar “cuerpos de democracia cubana”, conformados por los peores elementos criminales de las comunidades anti-castristas de Florida y New Jersey, a la base naval, donde esperarán órdenes destinadas a La Habana, Santiago de Cuba y otras ciudades y pueblos cubanos.
El Departamento de Estado ha estado nutriendo un contingente cubano similar al grupo de “Naciones Cautivas” – ciudadanos estadounidenses de ascendencia europea preparados para ingresar a varias naciones de Europea del Este tras el colapso del Muro de Berlín, con el objeto de hacerse con el poder político. Éstos incluyeron al residente de Chicago, Valdas Adamkus, quien se convirtió en presidente de Lutuania; el residente de New Jersey, Toomas Ilves, quien se convirtió en presidente de Estonia; Elizabeth Karageorgevic de la difunta Yugoslavia, la cual compitió por la presidencia de Serbia, y Catherine Claire Chumachenko, una funcionaria del gobierno de Ronald Reagan y esposa del líder de la Revolución Naranja y presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko.
Ya existe personal de operaciones psicológicas del Ejército estadounidense en “stand-by” para volar a Guantánamos ante los primeros signos de un cambio de poder en La Habana para comenzar a distribuir propaganda en español desarrollada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y sus operadores en la comunidad “gusano”.
Además de ello, Jose Marti Radio and Television, dirigida por el U.S. Broadcasting Board of Governors, tiene planes para suministrar sus transmisiones desde Estados Unidos reubicando equipamiento en Guantánamo para emitir al pueblo cubano una dosis contundente de propaganda sensacionalista anti-comunista y anti-castrista, nada diferente a lo que se transmite cada día a la población estadounidense en Fox News, MSNBC y CNN. De hecho, la unidad de guerra psicológica del Ejército estadounidense en Fort Bragg ha trabajado estrechamente con televisoras estadounidenses como CNN para reforzar su capacidad de transmitir propaganda a sitios problemáticos para el imperialismo de Estados Unidos – desde Kosovo a Venezuela.
En la base naval de Estados Unidos se encuentran cubanos que mantienen un vínculo cercano con el personal de OPSIC (Operaciones Psicologicas) de Fort Bragg, los cuales, a su vez, han desarrollado contacto con cubanos que trabajan en pueblos cercanos a la base.
El Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), emplazado en Miami, tiene oficiales de enlace asignados a la comunidad cubana de Miami, quienes han desarrollado planes para una inserción post-Castro del Ejército estadounidense en Cuba, principalmente desde Guantánamo, pero también desde Florida y Puerto Rico.
Luego de asegurar Cuba desde la Bahía de Guantánamo, la máquina de propaganda americana proclamará como “muerto” al socialismo cubano. Washington utilizará a La Habana como un centro para lanzar programas contra políticas progresistas y socialistas a lo largo de América Latina y el Caribe. Debido a los altos riesgos involucrados, el presidente Obama nunca pretendió “cerrar” Guantánamo. Es y continuará siendo un elemento de proyección de poder del Pentágono hacia Cuba y el Caribe.
fuente: http://verdadahora.cl/obama_mantendra_guantanamo_como_una_base_para_la_invasion_de_cuba.html
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