Emanuela Orlandi es un caso más de los innumerables niños que desaparecen para siempre sin dejar el menor rastro. La niña lleva 30 años desaparecida en Roma, ahora parece que se desvela su destino, el padre Gabriele Amoth acusa al Vaticano de asesinarla en ritos sexuales.
La historia de la iglesia del Vaticano es la crónica de una organización mafiosa, criminal, asesina, torturadora, parásita y abusadora de la humanidad. No habría papel suficiente para escribir los nombres de todos los seres humanos que estos demonios han asesinado, quemado, violado o torturado en todo lo ancho de nuestro planeta en nombre de la Cruz durante su deplorable y nefasta existencia.
El sadismo, el satanismo, la tortura, las matanzas y la quema de millones de mujeres vírgenes han sido tradicionales en la Iglesia Católica del Vaticano cuyos historiadores cuentan orgullosos su satán inquisición como parte de sus históricas proezas. No olviden que su último cardenal en el Vaticano de la satán inquisición es el miserable Benedicto XVI, actual cabecilla de dicha organización (escuchen sus palabras en el vídeo al final de este artículo).
Posiblemente por ello, en los tiempos modernos estos satanes han tratado de disimular algo más su crímenes y abusos, no obstante, no paran de aparecer nuevas denuncias y escándalos sobre sus aberrantes crímenes. Todo apunta a que Emanuela Orlandi, que ahora debería tener algo más de 40 años si estuviera viva, pudo ser otra niña más desaparecida víctima de estos demonios.
¿Existe la justicia realmente en este planeta? ¿dónde ha estado los últimos 30 años desde que desapareció Emanuela?
DESPERTARES
Ya de por sí cabe esperar palabras sorprendentes e inesperadas del principal exorcista del Vaticano. Pero nada podía haber preparado a la Santa Sede para sus últimas declaraciones: el padre Gabriele Armoth ha asegurado que Emanuela Orlandi, la famosa quinceañera romana que fue secuestrada en 1983, estuvo en realidad en el Vaticano durante el tiempo que estuvo desaparecida. Allí, los clérigos la convirtieron en su esclava sexual y la usaron en varias orgías. Cuando se cansaron de ella, la asesinaron.
“El crimen tuvo un objeto sexual”, ha aseverado el exorcista. “Se organizaban fiestas y uno de los gendarmes del Vaticano se encargaba de reclutar a las chicas. La red implicaba al personal diplomático de una embajada de la Santa Sede en el extranjero y estoy convencido de que Emanuela fue víctima de este círculo”, ha remachado para el periódico La stampa.
De ser cierto lo que dice Gabriele Armoth, Orlandi habría sufrido uno de los peores finales imaginables. Y eso que se han imaginado muchos desde que desapareció hace tres décadas y se convirtió en objeto de debate y especulación por toda Italia. Muchas de esas teorías están relacionadas con el Vaticano, donde ella vivía. Por ejemplo, una dice que quien la secuestró fue una famosa banda de criminales que quería recuperar un dinero que le había prestado a la Santa Sede. Otra teoría, más ambiciosa, asegura que en realidad quien la secuestró quería usarla como moneda de cambio para forzar la liberación de Mehmet Ali Agca, el turco que intentó matar al Papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro en 1981, supuestamente bajo órdenes de la inteligencia soviética.
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Pero el Padre Armoth, de 85 años, descarta que el asunto tenga implicaciones internacionales e insiste en que fue utilizada para las orgías. No es la primera vez que Armoth provoca titulares con sus declaraciones: también ha tachado el yoga de “satánico” (porque lleva a practicar el hinduismo) y a la saga de Harry Potter, de “peligrosa” porque hace que los niños crean en la magia.
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El caso de Orlandi está de especial actualidad este mes después de que las autoridades abrieran la tumba del conocido mafioso Enrico Renatino de Pedis para comprobar si era verdad el mito de que la chica había sido enterrada con él. Lo que sí encontraron cerca de la tumba de la basílica romana Sant’ Apollinaire fue unos huesos sin identificar que, según un primer estudio de los forenses, podría datar del siglo XIX. Se están estudiando para confirmar si son o no los de Emanuella.
Esto último da una pista de cómo el caso de Orlandi ha penetrado en el imaginario colectivo italiano. El mito de que estuviera en la tumba de De Pedis se originó en 2005, cuando un telespectador anónimo llamó a un programa y afirmó que la clave del caso estaba en el ataúd del mafioso muerto en 1990. Si se confirma que los misteriosos huesos no eran los suyos, el caso podría continuar hasta a saber cuándo.
Por Berto:
Y todavía saldrán los negacionistas creyentes o no creyentes a defender la “integridad” del Vaticano; en el Vaticano se han realizado y se realizan ritos, sacrificios y orgías, no hay mas ciego que el que no quiere ver.
El padre Gabriel Amorth de 85 años, dijo que en la tumba donde supuestamente estaba el mafioso Enrico De Pedis, en realidad estaban los restos de Emmanuela Orlandi que desapareció en 1983 cuando tenia 15 años.
Por el momento se conoce que los restos no pertenecen a la familia De pedis pero por el momento tampoco se conoce si pertenecen a Emmanuela.
En una entrevista al diario La Stampa, el padre Amorth (exorcista de profesión) dijo “Esta muerte fué un crimen sexual”
“Se que Monseñor Duca Simeone ya falleció pero el era quien se encargaba de “reclutar” chicas para las “fiestas” del Vaticano; y creo que Emmanuela terminó dentro de ese circulo…”
“También están involucrados el personal diplomático de una embajada extranjera de la Santa Sede”.
El Papa Benedicto XVI Dice Que La Inquisicion Fue Un Gran “Progreso”…
“La Inquisición fue un gran progreso”. Son palabras del actual Papa Benedicto XVI quien, no en vano, dirigió la Congregación para la Doctrina de la Fe, heredera de la Santa Inquisición, desde 1981 hasta 2005. En una entrevista recuperada por History Channel, una cadena especializada en la divulgación de temas históricos, el cardenal Joseph Ratzinger, como se conocía al Pontífice hasta 2005, se congratula de ser definido como el “Gran Inquisidor”, “una definición histórica” para una época que entendió “el concepto de Justicia”. “Seguimos el camino de la continuidad, pero intentamos aplicar los métodos de aquella época”, apunta el jefe de la Iglesia quien, sin embargo, parece menos complacido con el que fue su apodo durante años, “Cardenal Panzer”.
Fuentes: enlacesaldia, gaceta-trotamundos, stop-nwo.com y The Telegraph
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