Para la CAM algo tan natural como
amamantar es un delito
El Instituto Madrileño del Menor y la Familia le ha quitado a su madre a un bebé de 15 meses por considerar la lactancia materna a demanda como “caótica” y “perjudicial para los niños y niñas”.
Parece ser que la situación no es arbitraria ni excepcional, sino que es habitual que el IMMF separe a madres y a hijos por, digamoslo con todas las letras, no comprar leche del supermercado y preferir alimentar a sus hijos con su propia leche.
Resulta que Habiba, la madre, es madre de una niña de quince meses, a la que sigue amamantando. De origen marroquí (lo que probablemente sea un agravante para las instituciones madrileñas) y con unas circunstancias socioeconómicas adversas (es decir pobre, otra circunstancia para ser perseguida y discriminada por la clase dominante), hace cuatro meses aceptó vivir en una residencia para madres jóvenes de la Comunidad de Madrid, junto con su hija, con la esperanza de que así sería todo más sencillo.
Sin embargo, por obra y milagros del gobierno de la CAM, en manos de la condesa Esperanza Aguirre, su aventura se ha convertido en una pesadilla.
La cosa fue asi: Hace cuatro días y medio el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) decidió separar a la niña de la madre por no cumplir con los objetivos de una programa de psicoterapia y “habilidades maternales” que implica abandonar la lactancia materna a demanda y prolongada por considerarla “caótica” y “perjudicial para los niños y niñas”.
Estas consideraciones, que carecen de cualquier base científica y legal, pretenden obligar a las madres lactantes a tomar una medicación para que se le vaya retirando la leche, y así, de paso, obligarlas también a que compren la mas cara y, por supuesto, seguramente mucho mas perjudicial, producida por las empresas farmaceuticas.
Precisamente, y según la Asociación Española de Pediatría, la lactancia materna debe ser a demanda y puede prolongarse tanto como madre e hijo deseen, algo que parece que a la CAM, gobernada por los herederos de aquellos que acostumbraron durante cuarenta años a secuestrar bebes de manos de sus madres para entregarselos a familias ricas que pagaban bien por ellos, no le interesa demasiado.
A Habiba se le echó del centro a la calle en el mismo momento en el que se llevaron a su hija, diciéndole que ella ya no tenía plaza en ese lugar pues es un recurso para madres e hijos y ella ya no tiene hija. Una Fundación de ayuda humanitaria ha decidido amparar a esta madre dotándole de alojamiento y manutención, así como de apoyo jurídico.
El caso es, evidentemente, una grave Consideramos violación de los Derechos Humanos y de los Derechos del Niño, y una nueva demostración de que el estado de derecho en el que supuestamente vivimos es simplemente una etiqueta, y que en España los que mandan, los de siempre, hacen las cosas como siempre las han hecho: por puro interés economico o prejuicio personal.
Fte: Atea y Sublevada
el blog de forner.
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