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martes, 1 de abril de 2008
Las gringo-mulas
Ya hemos advertido que los gringos utilizan la antropología y demás ciencias sociales, amén de la religión, para desestabilizar otros pueblos e imponer sus concepciones de la vida y la economía. Venezuela seguramente no es ajena a ello
Julian del Valle Ribas
Siempre vamos a recordar a la profesora de taller de redacción que nos recomendó aPatricia Highsmith porque ella en sus innumerables libros usaba frases cortas, y para no enredarse, hay que empezar a redactar de esta manera. Pero la escritora norteamericana también sirve para aproximarse a una sociedad que en sus propias raíces familiares tiene una carga de complejos y prejuicios, muchas veces estañados con ortodoxia religiosa. Es la misma nación, Estados Unidos, que tiene un liderazgo capaz de mandar a matar a media humanidad en nombre de la democracia. Algo de esto advirtieron a mediados del siglo diecinueve Carlos Marx y Federico Engels, cuando señalaban que los Estados Unidos hablaban de libertad y mataban indios para conquistar territorios.
Hablamos de estas cosas porque uno no puede más que asombrarse de una sociedad que despacha a un gobernador porque se acuesta con una prostituta, y sin embargo, es capaz de tolerar la destrucción del pueblo iraquí a partir de una mentira. Ahí por supuesto está presente un fundamentalismo religioso que los del Norte, autodenominados “cristianos”, tratan de vender en sus más variadas presentaciones. Es tan grande el cinismo y la hipocresía del liderazgo gringo que Patricia Highsmith prefirió irse a vivir y morir en Suiza.
Ya hemos advertido que los gringos utilizan la antropología y demás ciencias sociales, amén de la religión, para desestabilizar otros pueblos e imponer sus concepciones de la vida y la economía. Venezuela seguramente no es ajena a ello.Resulta que estos días, caminando por las calles del Estado Trujillo, nos encontramos con un profesor revolucionario. El recientemente hizo un recorrido por una zona montañosa del Estado, productora de apios, con dificultades de comunicación, con poco agua y con una presencia todavía deficiente del Estado enlo que a políticas educativas se refiere. Por supuesto, el objetivo de la visita era identificar la problemática social de la región, como un trabajo de caracterización de la sociedad venezolana. Todo esto para ponerlo al servicio de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
El profesor estuvo por los lados de una cordillera llamada El Humo. Habló con los campesinos. Uno de ellos cargaba la Biblia. En la charla el campesino le reconoció que en esa Biblia no salía el señor Smith.¿Cuál señor Smith?
-Bueno, el Dios de los mormones, ¡por aquí mismito hay una iglesia!El profesor “descubrió”el templo mormón. Un rancho, donde de vez en cuando llegan unos catires.
Lo curioso es que los campesinos confiesan que todavía no le paran pelotas a esa iglesia porque todavía no consiguen al “dios Smith” en las biblias que tienen en casa. Por lo demás, hay una suspicacia latente. Es posible un enlace entre una mula que lleva libros -que ya ha sido presentada en CNN para todo el mundo, como una elogiosa tarea educativa en ese sector montañoso de Trujillo, y esta creciente presencia de mormones gringos en áreas deprimidas.
-¡La mula va adelante y atrás van los mormones!
Sí, en efecto, el caso da para reventar más de una carcajada, pero no deja de ser una manifestación del trabajo silencioso de penetración cultural de los gringos. Y otra cosa que se debe preguntar: ¿Cómo es posible que todavía desde despachos del Estado se den permisos para que gringos supuestamente “evangelizadores”, como los mormones, envenenen a nuestros campesinos?.
Bueno, amanecerá y veremos. Y de ñapa, leyendo la prensa de Trujillo vemos que el periodista William Ojeda, dirigente del perrorabioso partido Un Nuevo Tiempo, ofrece una declaración de supuesta condena al terrorismo, muy al gusto de los gringos, en nombre de la civilización occidental. Por donde lo vea, estamos en presencia de otra mula ideológica del Imperio. Por eso es que le pasan las cosas al señor Ojeda. El no cree en la existencia del Imperio. De la misma manera no cree que existe el comemuslo y siempre le quitan las mujeres. Tun tun mi mula baya, aracatisqui…aracatisqui…Bis.
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