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sábado, 4 de agosto de 2007

¡Y yo sin estos pelos!

Sube al taxi, nena
Hay personas que tienen un respeto reverencial por sus mascotas, acabo de leer que una pareja de jubilados neoyorquinos han decidido hacer un viaje Nueva York-Arizona (4.000 kilómetritos de nada) en taxi para evitar que sus gatas pudieran pasar frío en el avión. El viaje en taxi les saldrá por un ojo de la cara pero todo sea por el confort gatuno... que piensas "Joer que les pongan un gorrito, unos peúcos y hasta un abrigo de Armani a los putas gatas si hace falta, que les sale más a cuenta". De toda la noticia lo que más me ha llamado la atención son los nombres de las mininas, las mascotas se llaman "Cleopatra" y "Pretty Face"... ya es que suena como a gatas pijas, me las imagino maullando "miiaaaauuu osssea, miiaaaauuu ossseea"... estas dos no juegan con un ovillo de lana, estas tienen pista de paddle. ¿Y el taxista? ¿Estará contento con el negocio que se le presenta o lo verá como una tortura inhumana? Me le imagino después de llegar al acuerdo con el matrimonio, cuando ya está a punto de recogerles que les diga "¡Ah! psh una cosita que me he olvidao de decirles, ¡que yo a las gatas no las cojo ¿eh? ¡que yo no quiero bichos en el taxi!" Y los dueños "Por favor ¿cómo se atreve a despreciar así a nuestra Cleopatra?" Y él "¡Ni Cleopatra ni Cleopollas! ¡que yo no cojo a gatos!". Esperemos que no ocurra eso porque para un viaje de 4.000 kilómetros más vale llevarse bien con el taxista. Piensen que cuando suben a un taxi se pueden encontrar varios tipos de taxistas:




1) El silencioso ("Momiatem mutíssimus"): Es un profesional intachable. No abre la boca en todo el trayecto, no te dice hola, simplemente emite un sonido gutural ininteligible, algo así como "ué" y tú le dices "A Marqués del Duero con Provenza", y él se pone en marcha con disciplina espartana. Jamás toma partido en la conversación de sus clientes, da igual que vayas hablando de música, de política, de fútbol o que le estés mentando a la madre. Él mantiene siempre la distancia profesional con sus clientes. Cuando llega al final del trayecto te cobra lo que te marca el taxímetro y cuando te despides diciéndole "¡Bueno jefe! ¡Que tenga usted buena noche! Ha sido un placer" él como mucho musitará algo así como "Vaya bien". No sería el típico tío que invitarías a tu despedida de soltero.





2) El informado ("Radium poruntubem"): Este ejemplar es el ser más informado y leído del planeta. En cualquier conversación que inicies él te puede dar un repaso en toda regla. Tú inicias la conversación con un "Buff, vaya tiempo tenemos, a ver si mañana deja de llover" y él "¿Mañana dejar de lloveeer?... ¡JA! Tenemos lluvia por lo menos para quince días, ya han dicho los del tiempo que va a ser una primavera horrible y que no tiene visos de cambiar a corto plazo"... Aceptando tu derrota intentas cambiar de tema con un "Bueeeno, al menos a ver si hoy vemos un buen partido..." a lo que él contesta "Sí, a ver si se lo curra Ronaldinho antes de irse en junio, porque se va a la Juventus ¿lo sabes, no?"... cambias de nuevo de tema y le dices "Hay que ver qué cargado está el tráfico" y dice "Pues esto sólo es el principio, porque para el año que viene el Ayuntamiento va a hacer la Avenida de las Flores peatonal y esto se va a poner imposible a partir del 2008"... ES INVENCIBLE, INEXPUGNABLE... ¡IMBATIBLEEEEE!!!!





3) El humano ("Allergicus Aladuchae"): Denomínase así por la tremenda humanidad que se respira nada más entrar en el vehículo. Al tomar asiento te invade la sensación de estar conociendo un nuevo microclima. Suele ser un tipo tremendamente amigable y simpático, (no se sabe si es algo natural o si es simplemente por "hacerse perdonar") Cuando te dice "¿Qué tal? ¿Dónde le llevo?" te dan ganas de decirle "Al mundo que yo conocí un día". Pese a todo ese tipo de coches tienen la supervivencia garantizada durante milenios, no habrá cambio climático que pueda con ellos.





4) El entrañable ("Enseguidem Comodelafamilium"): Suele ser un hombre mayor, simpático, educado, agradable y todo bondad. Es un tipo adorable. Abierto a la comunicación, enseguida se crea una complicidad entre él y sus clientes. Tú le empiezas a contar la noche de juerga que te has pegado y él te cuenta sus farras juveniles y las de su hijo, que siempre ha sido un golfo hasta que se ha casado y le ha dado un nieto que es monísimo, un primor, come de maravilla y ya dice "papá". Antes de que salgas del taxi sacará la cartera y te enseñará la foto del nietecito... vamos, que te da pena bajarte del taxi y todo, incluso se te pasa por la cabeza invitarle a comer a tu casa al día siguiente a él y a toda su familia, te dan ganas de pedirle el teléfono y siempre que necesites un taxi llamarlo, lo nombrarías tu taxista personal. Gente como él dignifica al gremio.



5) El misógino ("Telodigum Todasputem") : Este tipo está deseando que entre en su taxi un grupo de tíos para rajar a gusto del género femenino. No sabría decirles la razón, pero se le conoce nada más verlo, deben ser las vibraciones que emite. A partir de ahí si quieres que el hombre accione su ametralladora dialéctica tan sólo hace falta una levísima provocación introductoria y saltará... un comentario como "Aay, si es que desde luego las mujeres son todas iguales ¿eh?"... y saltará "¡ES VERDAD!" Esas son las dos palabras que anuncian la gran rajada "es verdad", a partir de ahí ya empieza "¡Porque la mujer de un amigo bla bla bla bla... no le ha dejado un duro blablablabla... la muy zorra blablablabla no os caséis nunca blablablabla..." Es una auténtica terapia para tipos desafortunados en el amor como yo mismo. Sales del taxi soltero y orgulloso.





6) El quisquilloso ("Tocapelotem Redomadum"): Este tipo puede darte más mal rollo que compartir piso durante un año con Gregory House y Risto Mejide. Su show empieza nada más entrar cuando te dice "¡Halaaa! ¿no podía dar un portazo más fuerte, no? Por favor que el coche no es suyo" y tú "Perdón, no me he dado cuenta, lo siento" "Ya, ya si no pongo en duda que lo sienta pero... no se ha dado cuenta dice... ¡Claro, como entramos de cualquier manera!... ¿Quiere que subamos por Infanta Carlota o mejor pillamos la Ronda?" -"Es igual, por dónde usted crea", -"Oh, por donde yo crea... usted sabrá pero luego no me vuelva usted loco con podríamos haber ido por aquí o por el otro lado ¿eh? que luego pillamos caravana y todo son llantos y lamentaciones... ¿POR INFANTA CARLOTA O POR LA RONDA??" -"Por la Ronda mismo"... El trayecto es un recital de improperios, insultos y blasfemias contra el resto de conductores, cuando se pone el semáforo en verda aprieta el claxon a la velocidad de un concursante de televisión que sabe la pregunta, y el broche de oro llega al final cuando le das un billete de veinte euros y suelta "¡Joder! ¿Pero cómo me da esto, hombre de Dios?...¿No tiene nada más pequeño?"... que te dan ganas de soltarle "¡Sí! ¡El depósito de mi paciencia!!!"... Un horror.



En fin, un saludo, amigos taxistas y disculpen la broma. En realidad valoro mucho el mérito que tiene el soportar diariamente a pasajeros como yo. Salud!!



MESCALINO

14/04/2007 17:05

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