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martes, 14 de agosto de 2007

NO A LA MINIFALDA, POR SUPUESTO

Marbella entre líneas
marbellaentrelineas.blogspot.com
Hoy prefiero obviar el asunto de las ilegalidades legalizadas por arte de pleno (a gusto quedaría con la faca ensangrentada de epíteto grueso) y centrarme en los asuntos realmente importantes: ¡¡No a la minifalda!! Podría ser el eslogan de una excursión con los padres salesianos, que buenos son, que buenos son, pero erraríamos el tiro como el manco del far west. ¡¡No a la minifalda!! Esta gazmoñería pasada de moda se la saca la corporación municipal de la manga, mientras el izquierdoso Plata mira hacia otro lado con una abstención y el belicoso Monterroso entra a trapo con su negativa rotunda. Les explico.


Resulta que el equipo de gobierno ha decidido adecentar la vestimenta de l@s taxistas de la bienamada ciudad exigiéndoles, además de decoro, que no calcen chanclas, que no vistan bermudas, shorts, pantalón corto o piratas, que tampoco cubran su torso con camisetas publicitarias o sin mangas y una lista más o menos similar de etiqueta para el obrero del volante. En cuanto a las féminas se les sugiere el alargamiento de la falda, es decir, que la tela no sea muy corta, que se prolongue un poco, que no deje lucir muslo bronceado, que NO SEA MINIFALDA. Lo de las chanclas lo puedo entender como elemento de seguridad, imagino que habrán realizado la prueba de conducir con el consabido calzado y en alguna ocasión se ha enredado con los pedales, pero lo de la prohibición de la minifalda me suena a discurso un tanto rancio y apolillado. Alabo el gusto, el decoro y la decencia en la vestimenta de cierto sector político, pero de ahí a exigir una encorsetada forma de vestir para l@s taxistas hay un abismo. Sabemos que este sector profesional es, en ocasiones, la puerta de presentación de la ciudad, la primera imagen que se vende. Si la medida se toma por esta razón, la solución sería más sencilla: Uniforme común, veraniego, invernal y cómodo para todos (no sé hasta dónde la ley podría exigirlo). Si hay otra intencionalidad, más mojigata, puritana y clasista, apaga y vámonos. Para terminar, dos preguntas: UNO ¿Quién decidirá cuándo una falda corta es minifalda? DOS ¿Habrá más normas de etiqueta para otr@s trabajador@s municipales?

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