Los taxistas contratan vigilancia contra los `piratas´ del Aeropuerto

Los autónomos del taxi insisten en los perjuicios que les acarrean los conductores clandestinos.El colectivo se enfrenta a la competencia de decenas de taxis ilegales. La incorporación de un equipo auxiliar y los planes de Fomento podrían ayudar a erradicar el problema


LUCAS MARTÍN. MÁLAGA


Después de más de dos décadas de desencuentros y reivindicaciones, los autónomos del taxi se han decidido a ponerle coto a los vehículos piratas o ilegales que operan en el Aeropuerto de Málaga. Su estrategia, que comienza a arrojar buenos resultados, consiste en amarrar el problema por sí mismos a través de la contratación de vigilancia especializada. En concreto, cuatro profesionales, tres ex guardia civiles y un antiguo policía, que estrechan el control de los conductores clandestinos, responsables, según los trabajadores, de cuantiosas pérdidas en el sector. (4 agosto)



Después de más de dos décadas de desencuentros y reivindicaciones, los autónomos del taxi se han decidido a ponerle coto a los vehículos piratas o ilegales que operan en el Aeropuerto de Málaga. Su estrategia, que comienza a arrojar buenos resultados, consiste en amarrar el problema por sí mismos a través de la contratación de vigilancia especializada. En concreto, cuatro profesionales, tres ex guardia civiles y un antiguo policía, que estrechan el control de los conductores clandestinos, responsables, según los trabajadores, de cuantiosas pérdidas en el sector.
Por el momento, la medida, a la que se añade un equipo auxiliar puesto en marcha por AENA, ha logrado suavizar el problema, aunque no erradicarlo. Ángel de Mula, presidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat ), explica que la presencia de `piratas´ se ha multiplicado en los últimos años como consecuencia de la universalización de Internet, lugar de anuncio predilecto de este tipo de servicios. "La presencia policial sigue siendo insuficiente y eso se nota, sobre todo, por la noche, cuando los vigilantes terminan su turno", precisa.
El responsable del colectivo asevera que la competencia en la terminal es sumamente variada. A los vehículos ilegales se agregan los automóviles de alquiler con conductor, que si bien están regulados como vehículos de lujo o familiares, ofrecen lo mismo que los taxis y desplazan a viajeros de manera individual. Eso sin mencionar las negligencias de algunos profesionales de otros municipios, que, en ocasiones, hacen caso omiso de sus límites de actuación y aparecen por el aeródromo.
No obstante, en lo que a `piratas´ se refiere, José Miguel Gómez, uno de los vigilantes contratados por los taxistas, apunta que la mayoría busca clientela en los países de origen del turista, donde cuenta con amigos que les hacen las veces de difusores. "Colocan anuncios en los pubs y en viviendas y se aprovechan de los viajeros a los que le gusta tener las vacaciones bajo control", señala.
Para burlar a los vigilantes, los conductores ilegales emplean toda suerte de triquiñuelas. Desde el cambio diario de vehículo a la utilización de colaboradores, casi siempre familiares, que esperan al viajero y lo guían fuera del recinto, donde aguarda el vehículo. Un problema que Gómez trata de solventar con observación y olfato profesional, aunque a veces topa con dificultades irresolubles. "En cuanto me ven cambian de lugar y si unos van a unas pistas y otros a las contrarias, es imposible seguirlos a todos", admite.
El vigilante afirma descubrir a una media de entre diez y quince `piratas´ por día, y si bien es consciente de las dificultades, sabe que su labor resulta altamente eficaz: "Si me ven, cambian de sitio o se marchan. Ya me conocen y los conozco a la perfección", resalta.
Además de la vigilancia propia, los taxistas han encontrado a unos aliados eficaces en los empleados de servicios auxiliares del Aeropuerto, que ordenan y arbitran la parada. Gabriela Nepente, una de las trabajadoras, detalla que se trata de un equipo de catorce personas con amplio conocimiento de idiomas y de la dinámica de la terminal. "Lo de los `piratas´ es a diario, se les conoce incluso por sus gestos", indica.
La incorporación de este servicio, que trabaja infatigablemente en la cola de los transportes, transmite buena vibraciones a De Mula, que, a pesar de la magnitud del problema, confía en que las cosas mejoren con la ampliación del aeródromo. En este sentido, reseña que en los planes del Ministerio de Fomento figura una reestructuración de los servicios, lo que, a su juicio, contribuirá a acabar con los `piratas´. "Si se acota bien la zona de taxis y la de otros vehículos la cosa irá mucho mejor", reflexiona.